Ver para creer: empezó como bar de carretera en Barcelona y acabó conquistando al Rey y a la guía Michelin

Jamás hay que subestimar el paladar de un profesional de la carretera, ya que los camioneros son los mejores eligiendo restaurantes para descansar. Por ello no es de extrañar que un bar de carretera famoso hace 73 años llegase a convertirse en un emblema de la gastronomía catalana.
Con esa definición, sólo podríamos hablar del restaurante Hispania, que abrió sus puertas como bar de carretera en 1952 en plena Nacional II, a su paso por Arenys de Mar, en Barcelona.
Hoy sigue en pie pero se ha transformado en un restaurante donde comer de lujo, pero con precios para todos los bolsillos. Quizás por eso ha conquistado desde prestigiosas guías como la Michelin o la guía Repsol o paladares famosos como el del Rey Juan Carlos I o el de Robert De Niro.
El restaurante de carretera que llegó a atesorar una estrella Michelin
Una de las claves por las que el restaurante Hispania ha evolucionado desde ser un bar de carretera hasta un restaurante de postín es que siempre ha contado con el apoyo de sus clientes.
La clave no está ni en la cocina molecular ni en anglicismos de moda, sino en que jamás han traicionado su identidad, aunque los vientos gastronómicos soplasen en otra dirección.
Por ello siguen cocinando como lo hacía Rosario Suró, la fundadora, y como aprendieron sus hijas Paquita y Lolita Rexach, pioneras en un mundo de hombres. ¿El resultado? Platos que emocionan porque saben a infancia, a casa, a verdad.
Con esa fórmula lograron la tan ansiada estrella Michelin en dos etapas diferentes, la última hasta el 2011. Una vez perdida, en el Hispania lo tienen claro: no van a cambiar nada.
Porque el restaurante nunca cocinó para una guía ni para un crítico gastronómico, sino para sus clientes. De hecho, en estos 73 años de historia ha dado tiempo para que algunas de las caras más conocidas en el mundo se conviertan en sus comensales.
En las paredes del restaurante de carretera hay fotos de personalidades tan variadas como Robert De Niro, García Márquez, Vázquez Montalbán e, incluso, el Rey Juan Carlos I.
El mejor restaurante de carretera para probar la cocina tradicional
En el restaurante Hispania saben lo que se hacen. Desde los tiempos en los que eran un bar de carretera han apostado por una carta limitada, pero con auténticos manjares.
Algunas de las mejores opciones son los buñuelos de bacalao (3,25€ por pieza), los canelones de carne (16,50€), el fricandó con berenjenas (30,50€) o el pollo de payés en escabeche (33,05€).
Y si ves la carta dentro de una semana te encontrarás algo muy parecido. Aquí los cambios no se hacen por capricho, ya que es una recuperación cíclica del recetario familiar. Sólo varía según la temporada.
Por ello, el mar también juega un papel fundamental. Lo mejor son los guisantes de Llavaneres con butifarra, el suquet de almejas, los calamares de potera salteados, la lubina al horno o la langosta guisada con patatas.
De bar de carretera a restaurante Michelin: los clientes siempre lo eligen
Hay restaurantes con precio asequible que pueden decir con orgullo que tienen una estrella Michelin. Pero en el restaurante Hispania basan su honor en la opinión de sus clientes habituales.
Un comensal resumía lo mejor de la experiencia: «Uno de estos restaurantes que enamoran. Cocina catalana al máximo nivel. Servicio excelente y producto de primera. Caro pero acorde con todo».
De hecho, las reseñas son la prueba de que la clientela es fiel: «Hace mas de 30 años que vengo ocasionalmente, y sigue siendo igual de placentero el hecho de poder comer aquí. Los años no han hecho que quede desfasado, más bien al contrario: sigue siendo cocina muy actual, y con una gran materia prima».