Yolanda Díaz usa la alerta del 8-M para vengarse de Sánchez por negociar con la CEOE la reforma laboral

Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Carlos Cuesta

Yolanda Díaz acaba de asestar uno de los golpes más duros al Gobierno de Pedro Sánchez. Ha desvelado que el Ejecutivo y, por supuesto, el presidente, conocían el riesgo del 8-M, lo ocultaron e instaron a manifestarse sabedores de que enviaban a la gente a infectódromos. Pero su estocada no ha sido casual. Sucede justo en plena pelea de Díaz con Nadia Calviño por la reforma laboral. Y justo cuando Sánchez acababa de dar permiso a Calviño para devaluar en una negociación con la patronal CEOE la derogación de la reforma laboral prometida por Díaz.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) acaba de presentar su documento en la mesa de diálogo social sobre la reforma laboral. La patronal no acepta la derogación de la legislación del PP anunciada por el Gobierno e impulsada por la propia Yolanda Díaz.

Allí, la CEOE ha lanzado toda una larga lista de propuestas sobre la contratación temporal, los despidos colectivos y la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales. Propuestas de flexibilidad laboral y contrarias al deseo de sindicatos y de la ministra de Empleo.

Los sindicatos no han tardado en tachar las propuestas de la patronal como “inasumibles». Y Yolanda Díaz, por supuesto, ha mostrado internamente su malestar por devaluar su creación: una derogación de la reforma laboral del PP completa y tajante.

Temporalidad

La organización empresarial ha expresado en esa reunión su rechazo a la limitación del número de trabajadores temporales en relación con la totalidad de la plantilla, como defiende Díaz. En su lugar, la CEOE aboga por mantener la legislación actual y la causalidad tradicional.
 La patronal ha defendido un único contrato con seis causas de producción y cuatro causas de sustitución, pero con más dosis de flexibilidad que las aliadas por Díaz.
Los empresarios se han opuesto a la nulidad de los contratos fraudulentos, en contra de los sindicatos y, de nuevo, de Yolanda Díaz.

La CEOE ha pedido, también, salvar los contratos fijos discontinuos canalizándolos a través de las empresas de trabajo temporal (ETT) y sin que compute todo el tiempo de estos contratos a efectos del cómputo de la antigüedad o de la representación de los trabajadores. Una vez más en contra del criterio de Yolanda Díaz.

Para aumentar el choque, la patronal ha pedido, con respecto al artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, relativo a las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, que se mantenga la redacción actual y, por lo tanto, quede fuera de aplicación la legislación desarrollada durante la pandemia. Una vez más, en contra del proyecto de Díaz.
 Y, como guinda de este pastel, la CEOE ha insistido en la necesidad de que se mantenga la prioridad del convenio de empresa sobre el sectorial, al contrario, de nuevo, de lo que defiende Díaz y los sindicatos.

Resultado: choque por todo lo alto. Pero como Sánchez quiere conseguir el respaldo de la patronal a la reforma, tal y como ha exigido la UE, ha autorizado a Nadia Calviño a dialogar con los empresarios para devaluar la derogación de la ley laboral planeada por Díaz.

Y Yolanda Díaz ha respondido: con una filtración que destroza la postura oficial frente al 8-M en pleno nacimiento del Covid. Una filtración que, de hecho, ha abierto ya la vía para que Vox pida la reapertura del caso de los infectódromos del 8M en pleno ataque de la primera ola de Covid.

La patronal, por el momento, se niega a aceptar la reforma con el texto de Yolanda Díaz ante el desastre que puede ocasionar una reforma que delega todo el control de las relaciones laborales en las cúpulas sindicales. Pero el presidente Pedro Sánchez sabe que necesita igualmente los 140.000 millones prometidos por Europa. Por ello, el Gobierno está dispuesto a ceder. Y, por lo mismo, ha comenzado una campaña de presión al presidente de la patronal, Antonio Garamendi, para que firme la derogación de la reforma laboral. Una campaña que incluye, además, una promesa de apoyo en las futuras elecciones por la Presidencia de la CEOE, como ya ha publicado OKDIARIO. Y es que esas elecciones serán antes del cierre de la actual legislatura si no hay adelanto electoral.

Porque el Gobierno se la juega con la reforma laboral. Necesita contentar a sus socios parlamentarios, pero también pretende contar con el permiso de Bruselas para que no le corten el acceso al rescate europeo por el Covid.
Yolanda Díaz lo sabe y acaba de elevar su apuesta.

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