Vox quiere entrar «en el Gobierno» de Zaragoza y advierte al PP que no gobernará «con su abstención»

El Ayuntamiento de Valencia que lidera la popular María José Catalá, se ha vuelto un referente para otras regiones, como en Aragón, donde los de Vox ya han manifestado su voluntad de entrar «en el gobierno» de Zaragoza antes de aprobar los presupuestos municipales, mientras advierten que no se van a conformar con «abstenerse» durante toda la legislatura.

Pese a que el PP está a un solo concejal de la mayoría absoluta, con 15 concejales, los de Vox no restan importancia a su relevancia política en la ciudad, que doblaron en la últimas elecciones su presencia, pasando de dos ediles a cuatro.

Su portavoz, Julio Calvo, explica a OKDIARIO, que quieren «entrar en el gobierno», argumentando que «los necesitan para gobernar», ya que sin sus votos el PP «no tiene estabilidad suficiente» para afrontar la legislatura ni sacar adelante los presupuestos. Al mismo tiempo, el portavoz del PP, Ángel Loren, expresa a este medio que «no están cerrados», pese a que la alcaldesa Natalia Chueca, tal y como manifestó el martes, prefiere mantenerlos como «socio preferente», sin que entren en el gobierno.

La clave

La clave de las negociaciones está en los apoyos que necesita el PP para sacar adelante las ordenanzas fiscales y los presupuestos para el próximo año, ya que los populares tienen mayoría simple, y necesitan al menos un voto favorable.

Además, estos presupuestos son vitales para los ambiciosos proyectos que el ejecutivo de Chueca tiene para el próximo año, entre los que se encuentra la financiación para la construcción del estadio de fútbol de la Nueva Romareda, con el que la ciudad compita para ser una de las sedes del Mundial 2030.

Advertencias

Desde el grupo municipal de Vox en Zaragoza, llevan dos semanas advirtiendo que su apoyo es necesario, tal y como demostraron al tumbar el millón de euros extra que el PP proponía destinar a la asociación Zaragoza Cultural, fruto de los ingresos extraordinarios de 4,1 millones de euros que el Ayuntamiento había recibido en compensación a un litigio con el anterior gobierno de Lambán, y que el PP acabó aceptando que se destinasen a sufragar la deuda.

Así mismo, en la comisión sobre las ordenanzas, Vox se abstuvo a fin de «ganar tiempo» de cara al próximo pleno de finales de noviembre, reiterando que «la abstención no es un sí».


Zaragoza no es Huesca

El grupo parlamentario de Vox en Zaragoza está conformado por cuatro personas que mantienen una posición unida y en bloque, a diferencia de lo que se evidenció en Huesca, donde los tres concejales dejaron ver fisuras internas, que les ha impedido negociar una entrada en el gobierno oscense, tras cambiar in extremis su portavoz Antonio Laborda por José Luis Rubió, por haber acordado, sin consenso con el resto de los ediles, el apoyo a los presupuestos del PP.

En esta circunstancia, los de Vox tienen ya una posición complicada para negociar una entrada en el gobierno oscense de la popular Lorena Orduña, y se conformarían con «acuerdos de gobierno», según expresan fuentes próximas a la formación a OKDIARIO, ya que además el partido votó a favor de las ordenanzas fiscales, pese a amenazar con votar en contra si no se retrasaba dicha votación a 45 minutos de celebrarse el pleno.

2019 vs. 2023

Además, en Zaragoza la formación de Abascal cuenta con una asentada experiencia desde que entrara en el Ayuntamiento por primera vez en 2019, cuando la situación política no era la misma, ya que la izquierda todavía estaba fuerte, tras haberles arrebatado Jorge Azcón el poder.

En 2019, el por entonces alcalde popular necesitaba el apoyo firme de Vox para que la izquierda no gobernase, de ahí que el extinto Ciudadanos también entrara a formar parte del Ejecutivo.

Ahora, la situación es diferente, ya que la izquierda no tiene opciones de gobernar en el Ayuntamiento, pero el PP sigue necesitando el apoyo de Vox para sacar adelante los presupuestos, por lo que la formación verde reivindica que en esta legislatura, «no se van a resignar a abstenerse» como en la anterior, puesto que durante los pasados cuatro años han demostrado «madurez y responsabilidad de gobierno», expresan a OKDIARIO.

El pacto de gobernabilidad

Además de todo ello, el gobierno de coalición de Aragón ha asentado las bases de un proyecto conjunto entre ambas formaciones para las distintas administraciones de la comunidad.

En uno de los puntos del pacto de gobernabilidad acordado por PP y Vox, se expresa explícitamente la «firme voluntad y su compromiso» para que este pacto constituya «la base de la estabilidad en el conjunto de instituciones y administraciones locales», lo que se puede interpretar como una clara declaración de intenciones.

Tal y como dio a entender el pasado domingo, Octavio López, en una entrevista a El Heraldo de Aragón, donde afirmaba que «no sería malo que Vox entrara a gobernar en las tres capitales de Aragón». Si bien hay que advertir que en Teruel es una opción que, a día de hoy, no se contempla, porque la alcaldesa popular Emma Buj, sí que obtuvo la mayoría absoluta para poder gobernar en solitario.

El mismo punto del acuerdo, fue recordado también ayer, por el presidente de Aragón, Jorge Azcón, cuando fue preguntado por los posibles acuerdos en los Ayuntamientos de Zaragoza y Huesca. En declaraciones a los medios, el jefe del Ejecutivo consideró que a Vox ese «acuerdo» les lleva a apoyar las «ordenanzas fiscales como los presupuestos» en los consistorios.

Por su parte, el vicepresidente del gobierno, Alejandro Nolasco, ha decidido no entrar en disputas, y ha expresado que la decisión «corresponde a los distintos Ayuntamientos».

Madrid

Pese a ello, según fuentes consultadas por OKDIARIO, el punto de inflexión para negociar la entrada en el gobierno de Vox en todos los ayuntamientos donde el PP requiere de su apoyo para sacar los presupuestos, se produjo tras la jornada de trabajo, convocada por Santiago Abascal, a la que acudieron a Madrid todos los vicepresidentes y consejos de Vox, donde se anunció que era el momento de entrar en todos los gobiernos municipales en que el PP tuviera mayoría simple, pero que necesitara los apoyos de Vox para gobernar. En esta tesitura, también estaría Sevilla.

De hecho, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, manifestó en la rueda de prensa de este lunes que estaban trabajando en ello.