Viejos cargos de CiU contactan con Moncloa para alertar: el 21-D puede dar el poder a los separatistas
La premura de las elecciones catalanas preocupa. Y no sólo a una buena parte del PP. También a antiguos cargos de CiU que no han dudado en hacer llegar el mensaje al Gobierno. Y el contenido de su alerta es claro: los comicios del 21 de diciembre pueden devolver el poder a los partidos separatistas.
El liderazgo de este mensaje está encabezado por el que fuera consejero catalán Antoni Fernández Teixidó. Teixidó, que comenzó su andadura política en Liga Comunista en 1975, pasó posteriormente al CDS de Adolfo Suárez —llegando a ser diputado, portavoz y candidato de la formación a la Alcaldía de Barcelona y a la presidencia de la Generalitat— y acabó como miembro del comité ejecutivo, diputado autonómico y consejero de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de la Generalitat en la última etapa de Jordi Pujol.
Tras Teixidó se encuentra la vieja guardia de aquel partido. Una representación que abarca desde lo que hoy en día es Lliures hasta lo que se ha conformado como Units. Y su advertencia es rotunda: en menos de dos meses —el plazo que queda hasta las elecciones catalanas programadas tras la aplicación del artículo 155— será muy difícil trasladar a la población la imagen real del destrozo ocasionado por Puigdemont y su gente.
Los viejos convergentes han advertido al Gobierno de que las ilegalidades acumuladas son notorias. Las ilegalidades en general y los escándalos que se pueden detectar en la gestión de los últimos años. Y que el Gobierno hubiese hecho mejor en reservarse tiempo para desempolvarlo y permitir a la población asumir lo ocurrido y el destrozo ocasionado.
Pese a ello, asumen que la fecha electoral ya es inamovible. Y lo que han planteado al Gobierno es la necesidad de abrir cauces políticos —es decir, partidos— que recojan el viejo sentido de CiU para evitar que este voto acabe en el separatismo. Por todo ello, Teixidó ha planteado al Gobierno que una opción política de este estilo podría arrebatar cinco o seis diputados al separatismo, posiblemente, lo necesario para evitar que ERC —arropado posiblemente en una lista conjunta— salga reforzado tras las elecciones.
La opción es similar a que la ofreció hace unas semanas el ex consejero catalán Santi Vila. Quien fue ofreciendo el mismo mensaje a los distintos entornos del PP. Santi Vila lo hizo antes de dimitir. Y, eso sí, antes de confirmarse que, a la vista de que su opción no resultaba muy creíble, haya preferido tomar la iniciativa dentro del PDeCAT y postularse él mismo como candidato a las elecciones catalanas.