El vicepresidente del Parlament le niega el saludo al Rey en los actos por los atentados del 17-A
Ni siquiera un acto en memoria de las víctimas del terrorismo impide que los altos cargos separatistas demuestren su mala educación, dejando a un lado la más elemental cortesía protocolaria. Es el caso del vicepresidente del parlamento catalán, Josep Costa, quien ha negado el saludo al Rey Felipe VI a su llegada a la Plaza de Cataluña para homenajear a los 16 muertos de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Minutos después de las 10.30 horas llegaban a ese emblemático punto del centro de Barcelona el monarca junto a la Reina Letizia. Tras ser recibidos por la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, y flanqueados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Don Felipe y su esposa iniciaban los saludos de rigor a las autoridades anfitrionas.
El Rey estrechaba primero la mano del presidente del parlamento de Cataluña, Roger Torrent, y a continuación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Tras ella, y cuando iba a hacerlo con el número 2 de Torrent, situado a la izquierda de Colau, ha visto cómo Costa no le aceptaba el saludo, haciendo gala no sólo de una falta de respeto y una mala educación insólitas entre responsables institucionales.
Y es que mientras otras autoridades del oficialismo independentista con el presidente de la Generalitat, el radical Quim Torra a la cabeza, han mantenido las normas básicas de educación saludando a Felipe VI ( y que más tarde ha saludado una por una a las 150 víctimas y familiares presentes), el vicepresidente de la cámara autonómica ha preferido dar la nota avergonzando a propios y extraños.
Un chusco episodio que ilustra los modos y maneras de los separatistas incluso en un día para el recuerdo y la solidaridad con las 16 víctimas y más de cien heridos que dejaron los asesinos yihadistas el 17-A del pasado año en los atentados de Barcelona y Cambrils.
Pero que no ha logrado empañar la presencia del Rey de España en un emotivo acto en el ha podido escuchar los vítores y aplausos de centenares de asistentes con banderas, sombreros e incluso sombrillas con los colores de la bandera española, y que han recibido a los Reyes con gritos de apoyo como el de «¡No estáis solos!» y «Viva el Rey».