Vicente Gil: «¿Por qué ese fervor del Papa Francisco con Yolanda Díaz, Carmena o Jordi Évole?»

Ver vídeo

«¿Sigue usted tan peleadora como siempre? Pues no afloje». Fueron las palabras del Papa Francisco a Yolanda Díaz en su audiencia del viernes en el Vaticano. Ella, de negro, fue todo admiración hacia Su Santidad. Vestidita de cordero. Parecía estar a punto de entrar en un convento. Él, en su línea. Mostrando más predilección por unos que por otros. ¿Recuerdan lo de Almeida? Para Francisco, Almeida es -le dijo- «el sucesor de la gran Carmena». Dos visitas en dos años. Está claro que Yolanda Díaz tiene facilidad para conseguir audiencias con el Papa, como Jordi Évole entrevistas.

¿Por qué esta complicidad del Papa Francisco con Yolanda Díaz, Carmena o Évole más allá de la cortesía? No sabemos si es convicción o son los recovecos de la diplomacia vaticana que son insondables, ahora que toca negociar con un Gobierno de socialistas y comunistas que no se corta un pelo y con el tema escandaloso de los abusos sexuales pendiente de resolverse.

En cualquier caso, el Nuncio en España podría enviar un poco de background al Vaticano sobre el personaje de Yolanda Díaz. Es la representante máxima en España del comunismo, la ideología que ha dejado 150 millones de seres humanos asesinados y a otros tantos torturados, en la miseria o muertos de hambre.

Siendo argentino el Papa, debería situar a Yolanda Díaz en ese grupo criminal de las narco dictaduras americanas del Grupo de Puebla, que es la versión 4.0 del comunismo de siempre y que ha plagado Sudamérica de hambre, discordia y represión. Los aliados del peronismo y el kirchnerismo, que ha hundido al pueblo de Argentina mientras sus líderes se lo han llevado crudo en forma de miles de millones de dólares. Como la Venezuela de la pobreza, los supermercados vacíos, las farmacias sin medicinas, los asesinatos de opositores, el Tribunal Supremo okupado por el régimen y los cinco millones de exiliados malviviendo, la mayoría, en la frontera con Colombia.

Parece que la preocupación del Papa Francisco por los inmigrantes se queda en Lampedusa y Canarias. Que le pregunte el Papa Francisco a los venezolanos que han tenido que venir a España a buscarse la vida mientras los amigos de Yolanda Díaz allí saqueaban el petróleo y las arcas del país.

Dicen que el Papa vendrá a Canarias como fue a Lampedusa. Que se pase antes por Barajas a visitar los chinches, piojos y cucarachas que acompañan a los inmigrantes hacinados como animales por el «Gobierno progresista» de Yolanda Díaz. Que pasee por los centros de inmigrantes donde, gracias a la «peleona» y su compinche Sánchez, con la colaboración de Marlaska, malviven en condiciones lamentables esos seres humanos. ¿Va a blanquear el Papa la lamentable política migratoria de este Gobierno?

¿Qué le pasa al Papa? ¿Son complejos con la izquierda o fantasmas personales de su controvertido papel durante la dictadura militar argentina?

Yolanda Díaz era, hasta hacerse pija, partidaria de guillotinar al Rey. Algo muy cristiano. Pero, sobre todo, Yolanda Díaz reivindica, sin renegar, el legado de la II República Española y el papel de la izquierda. Es la heredera histórica y orgullosa, como el PSOE, sin haber pedido perdón, de las torturas, asesinatos y violaciones de sacerdotes y monjas en la Guerra Civil y de la persecución religiosa y la quema de conventos e iglesias durante la República. Más de 10.000 personas asesinadas, torturadas, vejadas, monjas violadas, cadáveres burlados y profanados. ¿No ha visto el Papa Francisco las fotos? La brutal represión de la dictadura militar argentina o el asesinato de dos jesuitas, que aún pesan, quizá, en la conciencia del Papa si algo tuvo que ver por acción u omisión, son una broma en comparación con la represión del PSOE, los comunistas y los anarquistas contra los católicos en la II República y la guerra.

Si el Papa me recibe un día en el Vaticano, le llevo las fotos de los sacerdotes lanzados vivos por milicianos republicanos en la Casa de Fieras del Zoo de Madrid para que los devoraran vivos. O las de los sacerdotes asesinados colgados por los testículos boca abajo. O las de los milicianos socialistas profanando tumbas y haciéndose fotos con esqueletos de curas y monjas. Aquel sueño de la comunista Almudena Grandes, colega de Yolanda Díaz, fue una realidad: milicianos republicanos violando monjas en tropel antes de matarlas.

Videla o Galtieri ya murieron, pero, por ejemplo, Alfredo Astiz sigue vivo. Sería inimaginable que el Papa recibiera en el Vaticano a alguno de sus orgullosos herederos políticos o seguidores (que los hay en Argentina) y le dijera: «No afloje. Siga peleón».

Pedimos al Papa el mismo respeto y sensibilidad para las víctimas del comunismo en España. Para los 10.000 mártires de la iglesia católica, que dieron un enorme ejemplo de perdón ante sus verdugos segundos antes de morir.

La Transición sirvió para pasar página a unos y a otros. El PSOE y el PCE ayudaron a la reconciliación. Pero estamos en otro escenario desde Zapatero. El PSOE y los comunistas de ahora reivindican todo aquello y no han pedido perdón. Yolanda Díaz representa eso.

Santidad. No nos ofenda con sus comentarios innecesarios. Miles de católicos fueron pasados a cuchillo por tener, simplemente, un crucifijo en su casa.

Lo último en España

Últimas noticias