Las cuentas del Gobierno provisional

La UE riega el derroche del interino Pedro Sánchez con 6.300 millones extra desde que convocó elecciones

Bruselas ha subvencionado al Gobierno socialcomunista del PSOE y Unidas Podemos con 6.352 millones en solo dos meses, 6.100 más que en el mismo periodo de 2022

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UE Pedro Sánchez
La comunista Yolanda Díaz, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, y el socialista Pedro Sánchez
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El Gobierno interino de Pedro Sánchez está encontrando en la Unión Europea (UE) una gigantesca fuente directa de liquidez extraordinaria, en forma de cuantiosas subvenciones con la que no contaba, ni de lejos, a estas mismas alturas del año pasado. Bruselas se ha convertido así en un gran caudal de dinero contante y sonante para dar oxígeno a la interinidad del Ejecutivo de Sánchez.

Según la documentación oficial a la que ha tenido acceso OKDIARIO, la coalición socialcomunista que preside el líder del PSOE y que pilota en el ala comunista Yolanda Díaz acumuló hasta el 30 de junio unas transferencias directas de capital de la UE de 6.597,20 millones de euros, de los que 6.352  se concentraron en sólo dos meses, en mayo y junio. Es decir, justo desde que Pedro Sánchez convocó las elecciones generales anticipadas que se celebraron el 23 de julio.

La Unión Europea ha dado al Gobierno del PSOE y Podemos en mayo y junio 6.100 millones más de los que le transfirió en los mismos meses del año pasado, según se desprende de los datos oficiales de recaudación neta del Estado aplicada a presupuestos.

Estas gigantescas inyecciones extra de capital son transferencias corrientes, no préstamos. Es decir, son subvenciones, un capital del que Sánchez puede hacer uso con relevante margen de maniobra y sin la obligación de devolverlo, siempre que las cantidades recibidas se hayan gastado de forma efectiva. El grueso de esas concesiones está procediendo de los fondos Next Generation de la UE, los que pagan las acciones enmarcadas en el denominado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia: unos 6.000 de los casi 6.600 millones ingresados por el Gobierno desde la UE en el primer semestre del presente año.

Se trata de un apartado, el de los fondos Next Generation, en el que el Gobierno tiene un amplísimo margen para decidir a qué dedica el dinero, con escasas limitaciones por parte de Bruselas sobre el destino concreto en el que se gastan esas cantidades, más allá de que vayan justificadas bajo la laxa etiqueta de que contribuyen, de una u otra forma, a la reactivación económica o a la modernización del sector público y privado. De hecho, una gruesa parte de esos fondos se está convirtiendo en gasto público directo, ejecutado por el propio Gobierno de Sánchez o a través de comunidades autónomas y ayuntamientos.

Estos gastos están en el punto de mira por la cuestionable utilidad práctica que se les está dando por parte del Ejecutivo español para, efectivamente, contribuir a la revitalización del tejido productivo privado y a la creación de empleo.

Espectacular aumento de fondos

El espaldarazo presupuestario que la cúpula ejecutiva de la UE, con Úrsula Von der Leyen al frente, está dando en los últimos meses al Gobierno interino es espectacular si se compara con las cifras que se acumulaban el año pasado.

Así, del 1 de enero al 30 de junio del año pasado, la UE dio al Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez subvenciones directas por un total de 245 millones de euros. En el mismo semestre del presente año, la cifra se ha disparado hasta los 6.597,20 millones.

Como se ha indicado, Bruselas ha pisado el acelerador de esas transferencias desde el pasado mayo, es decir, cuando se celebraron las elecciones autonómicas y municipales y, a la vista del hundimiento de la izquierda, Sánchez decidió adelantar las elecciones generales y convocarlas para el 23 de julio.

¿Hasta cuándo Gobierno interino?

La cita electoral marcó formalmente el fin de la legislatura y, por tanto, el inicio del período de interinidad en el que sigue instalado el Gobierno. Las multimillonarias subvenciones directas que la UE está concediendo al Gobierno de Pedro Sánchez apuntalan el margen de maniobra del Ejecutivo provisional, que sigue con su particular deriva de gasto, derroche, aumento de la deuda pública y una constante política de adjudicaciones de contratos pagados con fondos públicos.

Los resultados electorales dibujan un horizonte incierto para la investidura que, como mínimo, permitirá al Gobierno de Sánchez seguir instalado en la interinidad durante meses. Ahora, el intento de investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, puede prolongarse hasta finales de septiembre, como máximo.

Si Feijóo no consigue apoyos suficientes –que hoy por hoy parece lo más  probable– el Rey abrirá una nueva ronda de consultas y propondría nuevo candidato, en este caso Pedro Sánchez, que ya negocia con los independentistas las gruesas cesiones que le exigen para darle su voto –ley de amnistía y referéndum de independencia de Cataluña–. Si Sánchez tampoco lograra la investidura, se repetirían las elecciones. Y, en este caso, el Ejecutivo socialcomunista ya habría acumulado, como mínimo, todo un semestre gobernando desde la interinidad, al que habría que sumar el tiempo que llevara formar gobierno desde la repetición electoral.

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