Tribunales

El Supremo condena al ‘faker’ a sueldo Alvise Pérez a pagar 7.000 euros a la periodista Ana Pastor

Le condena por la publicación de dos fotografías de ella que carecían de interés informativo

Alvise Pérez, Antonio García Ferreras, Ana Pastor, La Sexta
Alvise Pérez.

El Tribunal Supremo ha condenado al eurodiputado electo y faker profesional Alvise Pérez a pagar 7.000 euros a la periodista de La Sexta Ana Pastor por publicar en sus redes sociales en octubre de 2020 dos fotografías de ella, captadas en restaurantes, que carecían de interés general e informativo.

La sentencia de la Sala Civil del alto tribunal estima parcialmente el recurso del líder de la agrupación de electores Se acabó la fiesta, Alvise Pérez, contra la resolución de la Audiencia de Madrid que le condenó por la publicación de tres fotografías y estableció una indemnización en 10.000 euros por intromisiones ilegítimas en el derecho a la propia imagen de la periodista.

El alto tribunal reduce la indemnización a 7.000 euros tras considerar que la publicación de una de las tres fotografías, en la que aparecían comiendo juntos en un restaurante Pastor, su marido, el periodista Antonio García Ferreras, y el fundador y director de una ONG que protagoniza actuaciones de gran interés informativo, sí estaba legitimada por el ejercicio de la libertad de información.

Por tanto, la condena se establece por las otras dos fotografías, que no se encuentran justificadas por el legítimo ejercicio de la libertad de información al carecer de interés informativo y general.

Sobre la primera de ellas, en la que aparecía Pastor y su marido, el Supremo señala que el hecho de que su esposo sea también un periodista muy conocido y, por tanto, pueda ser considerado como un personaje público, «no supone que la reunión de la demandante y su marido sea por sí un hecho de interés general».

«Afirmar lo contrario llevaría al absurdo de considerar de interés general la presencia conjunta de los integrantes de un matrimonio en cualquier contexto y circunstancia, por el simple hecho de que ambos puedan ser considerados como personajes públicos, lo que supondría en la práctica la privación de sus derechos a la intimidad familiar y a la propia imagen», añade.

Y tampoco el hecho de que, al parecer, esa fotografía sea la reproducción parcial de la primera fotografía, la dota de interés general, ya que el Supremo indica que lo que otorgaba interés a la primera fotografía era la reunión de la demandante y su marido con el director de la ONG, de modo que si se recorta la fotografía sin este último, el interés que pudiera tener esa noticia gráfica decae.

En cuanto a la tercera fotografía, en la cual Pastor fue captada en un restaurante junto a dos personas cuya identidad se desconoce explica que «la simple manifestación de animadversión que, al hilo de la publicación de la imagen de la demandante, realiza el recurrente o, como afirma el Ministerio Fiscal, el ánimo de molestar a la demandante, no dota de interés general alguno a la publicación de su imagen realizada sin su consentimiento».

Su primer bulo como eurodiputado

El faker profesional Alvise Pérez, que acumula condenas por difundir falsedades y que ha hecho de ese bagaje su plataforma de lanzamiento para llegar al Parlamento Europeo, aún no ha tomado posesión de su acta de eurodiputado y ya se ha anotado su primer bulo como cargo público electo: ha dicho que renuncia a beneficios de la Eurocámara que en realidad no existen. Es decir, promete renunciar a lo que nunca le iban a dar.

En concreto, ha afirmado que no aceptará el coche oficial y los escoltas por su condición de eurodiputado, pero lo cierto es que en ningún caso tiene que rechazar lo que nunca le va a ser ofrecido, porque los eurodiputados de base no tienen ni coche oficial ni escoltas por su condición de miembros del Parlamento Europeo.

Las elecciones europeas del pasado 9 de junio, celebradas ya las elecciones europeas en las que el faker profesional se garantizó escaño y aforamiento ante las causas judiciales a las que pueda enfrentarse por los bulos que ha ido lanzando, su agrupación Se Acabó la Fiesta (SALF) difundió por redes sociales la ejemplarizante «promesa» de renunciar al coche oficial y a los escoltas a las que en realidad no tiene derecho.

«Alvise Pérez rechaza que el Ministerio del Interior le facilite dos escoltas, que pagará de su bolsillo», dijo la marca electoral con la que Alvise se ha garantizado escaño en el Parlamento Europeo. En realidad, no existe vinculación alguna entre la condición de eurodiputado y el derecho a escoltas pagados por el Ministerio del Interior. El Parlamento Europeo no aporta escoltas privados a europarlamentarios de base como Alvise, y tampoco el Ministerio del Interior tiene establecido un protocolo por el que tales eurodiputados tengan automáticamente derecho a disfrutar de escoltas.

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