Torra da miedo: «Quiero un president de la república catalana intransigente, paramilitar y feroz»
Quim Torra dejó más de 400 artículos escritos antes de convertirse en presidente de la Generalitat de Cataluña. Estos escritos permiten hoy conocer su perfil ideológico y sus objetivos políticos. En noviembre de 2011 dejó una frase que asusta: «Quiero un presidente de la república catalana intransigente, paramilitar y feroz».
El entonces abogado y editor rememora una visita a la tumba de los hermanos Josep y Miquel Badía, considerados los grandes referentes del neofascismo catalán de principios del siglo XX. Ambos fueron dirigentes de Estat Català y terminaron asesinados por anarquistas de la FAI en 1936. Miquel había pilotado los servicios de orden público de la Generalitat en 1934, donde tuvo un papel protagonista en la proclamación del Estado catalán por Lluís Companys. Previamente había participado en un atentado frustrado contra Alfonso XIII.
Torra relata cómo mientras estaba frente a su tumba, se acercaron unos jóvenes que depositaron un ramo de rosas. Llevaban también una estelada. «Y yo pensé que ya está bien de tanta necrofilia y tanto embalsamamiento de la memoria. Basta, ya está bien. Yo quiero al presidente de la República Catalana aquí, a mi lado, delante nuestro. Estos jóvenes lo necesitan aquí. Intransigente, optimista, paramilitar, visionario, persistente, hombre de estado, feroz», escribe Torra en El Matí Digital.
«Porque ya está bien de tanta estulticia -continúa Torra-. Ya está bien de no darse cuenta de que mientras otros soñaban en el encaje imposible con España un pequeño grupo de hombres no dejaba de avanzar hacia la independencia. Los separatistas -qué nombre más bonito!- de antes de la guerra del desastre nacional, no fueron nunca una corriente hegemónica dentro del catalanismo. Al contrario, fueron despreciados y a menudo vistos como unos locos, unos alocados peligrosos e iluminados. Pero no renunciaron nunca a la idea de patria plena, que es hoy, curiosamente, la idea de que el independentismo del siglo XXI, ahora sí ya mayoritario en el catalanismo, ha recogido. Por aquella idea sufrieron todo tipo de persecuciones y vejaciones. Muchos, pagaron un precio altísimo simplemente por querer ser catalanes. Ellos sí que merecen ser la panteón de catalanes honorables».
Aprendices de nazi
Josep Maria Soria recopiló en un artículo publicado en ‘La Vanguardia’ en 2003 las ‘hazañas’ de los hermanos Badía. Francesc Macià (presidente de la Generalitat en 1932 y 1933), les encomendó la creación de los ‘escamots’ (comandos) de las Juventudes de ERC. Miquel, luego conocido como el ‘Capità Collons’ (Capitán Cojones) creó unas milicias con tropas de choque de Estat Català, llamadas Guardia Cívica Republicana (GCR), desde las que se daban clases de boxeo, lucha y gimnasia a los jóvenes activistas. Rememora Soria cómo las milicias de Macià rompían huelgas y perseguían a rivales políticos.
En el recuerdo también el desfile del 22 de marzo de 1933 en el estadio de Montjuic, donde bajo la presidencia de Macià, alrededor de 8.000 ‘escamots’ uniformados con camisas verdes e insignias en el pecho hicieron una demostración de fuerza. El acto -recuerda Soria- provocó una monumental bronca en el Parlament, en el que se acusó al consejero de Gobernación y a Badía de haber organizado un acto de tipo «francamente fascista» con sus «aprendices de nazi».