El testaferro Belhot logró sacar de la cuenta suiza medio millón cuando Zaplana estaba preso
La falta de previsión de la titular del Juzgado de Valencia, Isabel Rodríguez, y del fiscal anticorrupción del caso Erial, Pablo Ponce, propició que el testaferro uruguayo Fernando Belhot lograra desviar de su cuenta en Suiza 510.000 euros mientras Eduardo Zaplana permanecía en prisión.
Las transferencias del dinero se produjeron entre el 4 de junio y el 3 de agosto de 2018. Zaplana ya había ingresado en prisión a finales de mayo tras ser detenido por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y permaneció entre rejas casi nueve meses. Durante ese tiempo recibió en el recinto penitenciario tratamiento por leucemia y un trasplante de médula tras oponerse el Juzgado a su libertad vigilada o a su traslado a un centro hospitalario. Los movimientos del dinero se produjeron para el uso personal del testaferro uruguayo. Dos transferencias al despacho Chavarri Legal, que lo defendía entonces en España, de 60.677,54 euros (13-6-2018 y 24-8-2018) ya delataban que el destino de los fondos era para su beneficio particular.
Ayer OKDIARIO desveló que los movimientos de la cuenta bancaria en Suiza, que la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia y el fiscal Anticorrupción se negaron a investigar, probaban que el dinero no era de Eduardo Zaplana. Las salidas demostraban que la mayor parte de los 6,7 millones depositados en el banco Julius Bär fue destinada para saldar asuntos privados del supuesto testaferro del ex presidente de la Comunidad Valenciana, el comisionista uruguayo Fernando Belhot. Los datos aportados por OKDIARIO demostraban que una parte importante del dinero fue reservada para adquisiciones particulares del propio Belhot y de sus familiares o a servicios prestados por terceros.
Sorprendentemente, durante el tiempo que Zaplana permaneció en prisión, Belhot siguió disfrutando del dinero que el Juzgado adjudicaba al ex presidente de la Comunidad Valenciana. Además de destinar una parte importante de los fondos para el pago a sus abogados, el testaferro uruguayo realizó otras seis transferencias desde la cuenta en dólares de Suiza a otra en Uruguay. Los movimientos se produjeron entre junio y agosto de 2018 por un total de 470.000 dólares (440.000 euros) y, a pesar de que la operación Erial ya había estallado, el Juzgado valenciano no pudo o no supo detener toda esa desviación de dinero.
Sobre todo, porque el testaferro uruguayo era objetivo policial en el caso Erial valenciano desde febrero de 2017 e, incluso, había comparecido como testigo ante la Guardia Civil, el 23 de junio de 2017, en las dependencias de la UCO para declarar sobre sus relaciones con Zaplana en el caso Lezo, que investigaba la Audiencia Nacional.
Además, las investigaciones secretas del Juzgado de Valencia se iniciaron antes del verano de 2015 y el nombre de Fernando Belhot ya aparecía por primera vez en un atestado de la UCO del 6 de febrero de 2017. En el informe se le relacionaba con la sociedad offshore Disfey, la que supuestamente era propietaria de la cuenta en la que Zaplana tenía depositados los 6,7 millones de euros.
Belhot, en el disparadero
A pesar de que Belhot llevaba un año en el disparadero de la UCO, el saldo de las cuentas suizas de Disfey y otras personales de Belhot también presenta otras transferencias por un importe de casi un millón de euros, a lo largo de 2017 y parte de 2018, que el Juzgado no supo frenar. Si se repasa la cronología del sumario sobre las pesquisas contra el testaferro uruguayo se puede acreditar que los fondos de Belhot -ya considerado en otros países como un testaferro profesional con fama internacional- no fueron bloqueados por petición del fiscal anticorrupción Pablo Ponce hasta el 16 de mayo de 2018. La orden incluía: cuentas bancarias, líneas de créditos, depósitos, fondos de inversión, planes de pensiones, valores, préstamos bancarios, cajas de seguridad, acciones, deuda pública o cualquier otro activo financiero, incluidos los créditos tributarios. El auto de la juez valenciana Isabel Rodríguez tiene fecha de 18 de mayo de 2018.
Pero, aun así, Fernando Belhot, logró evadir de la cuenta suiza, entre junio y agosto de 2018, casi medio millón de dólares, mientras Zaplana estaba entre rejas y el sumario seguía secreto. El argumento del Juzgado para mantener el secreto de las diligencias se basaba exclusivamente en la detención de Belhot. Pero ese arresto nunca se produjo porque el fiscal Pablo Ponce llegó a un pacto con el testaferro uruguayo a cambio de que acusara a Zaplana y devolviera el dinero de la supuesta cuenta del ex político del PP. Pero el medio millón nunca fue devuelto.
La presencia de Belhot en la causa era de primordial importancia, ya que, el 16 de febrero de 2018, el juzgado ya había ordenado la intervención de cinco teléfonos del uruguayo, tras ser considerado uno de los cerebros de la red de blanqueo. No hacía falta profundizar mucho en las investigaciones para conocer los antecedentes de Belhot. Cuando la Fiscalía Anticorrupción de Valencia y los agentes de la UCO iniciaron las investigaciones del caso Erial, en 2015, ya se habrían percatado de que el abogado uruguayo era reconocido internacionalmente como un experto blanqueador de fondos. Por esos servicios, había recibido millonarias comisiones, que lo situaban en los casos de corrupción más célebres de América como Odebrecht, Lava Jato, Petrobras, BPA o los papeles de Panamá de Mossack & Fonseca, y que afectaban a países como Uruguay, Argentina, Perú, Brasil y Panamá, entre otros.
Toda esa información, para realizar un primer perfil del titular de la cuenta suiza de Disfey, era de fácil acceso con tan solo acudir a las fuentes abiertas y a las hemerotecas de los medios de comunicación. El fiscal anticorrupción Pablo Ponce se jacta en privado de que, gracias a su trabajo, en el caso Erial se logró repatriar más dinero de la corrupción política de lo que sus compañeros de Madrid consiguieron en la Gürtel, como ha desvelado una persona de su entorno a OKDIARIO. No obstante, se sigue desconociendo el destino y la cantidad de otros fondos que fueron blanqueados por Belhot, según fuentes policiales.
Las referencias al uruguayo Fernando Belhot ya aparecían en las agendas del comisario José Villarejo de 2014. La Policía ya tenía conocimiento de sus operaciones en España y su importancia como comisionista y testaferro.