Sánchez ordena a sus escoltas que hagan fotos de los manifestantes contra la amnistía en Málaga
Sánchez ha recibido protestas contra la amnistía en cada uno de sus actos en Málaga
Nueve y media de la mañana. Inmediaciones del palacio de congresos de Málaga. Dos escoltas del equipo de Pedro Sánchez, vestidas de paisano, se aproximan a la rotonda dónde han sido encapsulados por la Policía los manifestantes anti amnistía y proceden a hacerles fotografías desde la acera de enfrente durante varios minutos con sus teléfonos móviles. Finalizada la tarea encomendada, vuelven hacía el recinto ferial. Por el camino se paran con un compañero suyo, varón, y miran las instantáneas. La protesta sigue.
Esta es la secuencia que ha podido observar en directo OKDIARIO de lo que ha ocurrido este sábado, en Málaga, dónde el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE Pedro Sánchez participa en la clausura del congreso del Partido Socialista Europeo. Como ya pasó este viernes frente a la subdelegación del Gobierno malagueña, a través de las redes sociales, se habían dado cita decenas de constitucionalistas para hacer escuchar sus reivindicaciones a Sánchez. Pero un movimiento astuto del presidente en funciones, llegando dos horas antes de lo previsto -alrededor de las 7.45-, frustró sus planes.
Pese a que Pedro Sánchez ya estaba en el interior reunido junto al canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente de Dinamarca, Mette Frederiksen; el de Malta, Robert Abela y el de Rumanía, Marcel Ciolacu, los servicios de seguridad de Moncloa y el amplio dispositivo diseñado por el Ministerio del Interior, con una treintena de furgones de la Policía, ha obligado a los manifestantes pacíficos a situarse a unos cien metros de la entrada del recinto.
La imagen ha sido curiosa alrededor de las diez de la mañana. Hora en la que el presidente del Gobierno en funciones tenía previsto intervenir en el acto de clausura -que va con un sustancial retraso, pues a las once todavía no se había iniciado-. En la rotonda cercana al circo ambulante, dónde se ha decidido colocar la protesta, había más agentes de la Unidad de Intervención Policial que manifestantes. Evidenciando así el temor que los socialistas tienen a la oleada de protestas que se están viviendo en las calles y plazas españolas.
Y es que este viernes Sánchez y Scholz se vieron obligados, tal como avanzó en primicia este periódico, a permanecer encerrados tres horas en la subdelegación del Gobierno en Málaga al no tener garantizada su seguridad durante la salida del encuentro que mantuvieron entre ambos. La Policía decidió que permanecieran en el interior, obligando al líder del PSOE a cancelar su presencia en un acto de partido que estaba anunciado, por la gran cantidad de concentrados.
Finalmente, cuando apenas alcanzaban las 150 personas en el Paseo de Sancha, en una de las calles en las que se ubica el edificio gubernamental en Málaga, la seguridad del presidente decidió proceder a la evacuación conjunta de las dos comitivas -formadas por alrededor de una quincena de vehículos-. Las protestas también obligaron al equipo de Moncloa, como explicó este periódico, a cambiar de hotel al jefe del Ejecutivo en funciones por miedo a que los anti amnistía acudieran y le impidieran el descanso.
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