MARRUECOS

Sánchez intenta cerrar un viaje a Marruecos pero Rabat no le garantiza que sea recibido por Mohamed VI

Sánchez Marruecos
Pelayo Barro

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto deberes a la maquinaria diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores: conseguir cerrar un viaje oficial a Marruecos en el que sea recibido por el rey Mohamed VI. Las gestiones ya están en marcha y, pese a la relativa prisa que imprime Moncloa, el viaje aún está lejos de ser una realidad. Rabat se hace de rogar y exige que Sánchez vuelva a la capital marroquí con algo más de lo que se pactó en su última visita de febrero de este año.

El primer viaje oficial de Sánchez esta legislatura no ha sido a Marruecos, sino a Israel -con las consecuencias ya conocidas-. Tampoco lo fue en 2020, rompiendo así una tradición no escrita en Moncloa que lleva a los presidentes a Rabat tras asumir el cargo.

Aún así, Marruecos es el segundo principal objetivo de la agenda exterior de Moncloa. Si aún no se ha conseguido cerrar ni anunciar, según fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO, es porque Marruecos no termina de confirmar la aceptación de las condiciones que pone el presidente español: que esta vez sí sea recibido por Mohamed VI. El monarca alauí, que pasa largas temporadas en el extranjero, es especialmente esquivo con Sánchez.

Moncloa, explican estas fuentes, sabe que hay una vía rápida para cerrar el viaje: involucrar a la Casa Real y que Felipe VI se una al viaje. Sin embargo, esa vía no ha sido explorada. Especulan estas fuentes que la intención de Sánchez es ser cabeza de cartel, y no un mero acompañante del Rey que acude a reunirse con su homólogo marroquí.

De hecho, esta misma semana Sánchez revelaba que había mantenido una conversación con el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch. «Hemos coincidido en la importancia de la amistad entre España y Marruecos. Por ello, queremos impulsar la agenda bilateral ya acordada y explorar las nuevas oportunidades que ofrece esta relación renovada. También promoveremos una relación más estrecha entre Marruecos y la Unión Europea». Las fuentes consultadas aseguran que este gesto va especialmente dirigido a desbloquear la situación.

Evitar otro plantón

Aún duele mucho en los despachos de Presidencia del Gobierno el bofetón diplomático que supuso la ausencia de Mohamed VI en los actos de la Reunión de Alto Nivel del pasado mes de febrero. Una cita en la que Moncloa había puesto todos sus esfuerzos durante meses.

Aquella ausencia se la confirmaron a Sánchez casi a última hora. Al líder socialista, recién aterrizado en Rabat, le llevaron a toda prisa a un acto con empresarios marroquíes y españoles en el que intervino por primera vez. Lo hizo, como apuntó OKDIARIO allí presente, junto a un retrato de Mohamed VI mientras todas las portadas españolas apuntaban al plantón.

Recado a Feijóo

Periodistas y diplomáticos de Marruecos explicaban entonces que aquello era un claro mensaje: volverás cuando seas presidente. Mohamed VI, por norma general, no suele reunirse con líderes que están a las puertas de unas elecciones generales. En aquel momento estaban previstas a un año vista, pero luego fueron adelantadas a julio. Ahora, Sánchez quiere cobrarse el vale de viaje a Rabat que le emitió Mohamed VI cuando la diplomacia marroquí ya daba prácticamente por amortizado al socialista y pensaba en su recambio.

Con el viaje a Marruecos, además, Moncloa busca dar respuesta a la promesa que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, desveló en OKDIARIO: que Marruecos sería su primer viaje oficial cuando se convierta en presidente de España. Volver a Rabat tiene, por tanto, un significado especial para Sánchez. Un regusto a victoria electoral.

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