Homenajes a etarras

Sánchez incumple la ley que le obliga a prohibir los homenajes a etarras: 48 desde que gobierna

Pedro Sánchez
El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha acercado a la mitad de los presos de ETA a cárceles próximas a sus domicilios.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo obliga al Gobierno a prohibir los homenajes a etarras, como los registrados este fin de semana en Hernani y Oñate.  Desde que gobierna Pedro Sánchez -junio de 2018- se han registrado 48 actos de este tipo, según datos facilitados por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE). 

El Ejecutivo socialista anunció este domingo que llevará a la Fiscalía los homenajes a José Javier Zabaleta Elosegi, Baldo -que salió de prisión tras 29 años de condena por distintos atentados, varios con víctimas mortales- y a Xabier Ugarte Villar, uno de los secuestradores de Ortega Lara.

La Ley obliga al Estado -artículo 61- a «asumir la defensa de la dignidad de las víctimas, estableciendo la prohibición de exhibir públicamente monumentos, escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas o de exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del terrorismo, de los terroristas o de las organizaciones terroristas».

Además, exige a las Administraciones Públicas a adoptar «las medidas necesarias para dar cumplimiento a esta prohibición».

«Asimismo prevendrán y evitarán la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, exaltación del terrorismo, homenaje o concesión pública de distinciones a los terroristas», se añade. Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas deben velar por su cumplimiento.

En un movimiento inédito, el Ejecutivo de Sánchez emitió, sobre las 9 de la noche de este domingo, un comunicado en el que se informaba que la Delegación del Gobierno del País Vasco pondría los actos de Hernani y Oñati en conocimiento de la Fiscalía. Moncloa calificó estos hechos de «inadmisibles» y lamentó también que un equipo de informativos de Antena fuera «acosado y zarandeado, en un claro ataque a la libertad de información y de expresión». »

El Gobierno considera que el recibimiento de los presos etarras por parte de sus familias no puede convertirse en ningún caso en homenajes públicos, en los que se hace un reconocimiento del preso y se legitiman sus crímenes. Hechos así son un insulto a las víctimas del terrorismo y a la sociedad en su conjunto», concluía la nota.

El gesto resulta cuanto menos sorprendente, teniendo en cuenta que hechos como los de ayer no son una excepción en el País Vasco y Navarra, y nunca hasta ahora han merecido una censura pública -al menos nunca con esa contundencia- por parte del Ejecutivo socialista.

Se da además la circunstancia de que se produce en plena polémica por el apoyo de Bildu a los socialistas, tanto en el Gobierno central -Bildu avanzó su abstención a la investidura fallida de Sánchez- como en Navarra, donde la socialista María Chivite precisa de la abstención de la formación de Arnaldo Otegi para ser investida.

El apoyo de Bildu en Navarra está en el punto de mira. En los últimos días ha trascendido además una carta enviada por la dirección de esta organización a su militancia en la que explica las condiciones del acuerdo con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra para abstenerse en la investidura de Chivite  y destaca que los miembros de ese Ejecutivo «tienen claro que [EH Bildu] somos sus interlocutores prioritarios y tienen el compromiso de mantener relaciones continuadas con nosotras» (sic). Los socialistas navarros aseguraron este domingo que en el proceso de negociación no se había «mantenido ninguna reunión con Bildu, ni como partido ni con intermediarios» y que su «único compromiso» es con los firmantes del pacto.

Bildu consultará a sus bases este martes la abstención a Chivite. Una consulta que viene ya precedida por la petición pública de Otegi para «facilitar» esa investidura con el objetivo de «frenar» las políticas «autoritarias».

54 actos este año

Según el Observatorio de la Radicalización de COVITE, en lo que va de año se han registrado 54 actos de enaltecimiento del terrorismo, 17 de ellos, homenajes a miembros de ETA. Además, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo ha detectado dos fiestas populares con exaltación de la organización y de sus miembros, 30 pancartas y pintadas a su favor, una manifestación a favor de la amnistía de los presos y «otros» actos similares (4). De estos actos, siete tuvieron lugar en Álava, 24 en Guipúzcoa, 15 en Vizcaya, seis en Navarra y dos en otras provincias.

Fue junio del año pasado, cuando Sánchez llegó a La Moncloa gracias a la moción de censura, cuando se batieron récords en los actos de enaltecimiento, según el observatorio, con 31 hechos. Al mes siguiente, julio, se registraron otros 30, lo que provocó que desde la llegada del presidente socialista se detectasen hasta 124 actos, por los 73 de los cinco meses anteriores.

Pese a ello, el Gobierno no ha adoptado las medidas para evitar esos homenajes. Más aún, el PSOE se ha resistido a endurecer las medidas contra quienes los promueven.

Rechazo a las sanciones

El año pasado, los socialistas se mostraron muy críticos con una propuesta de Ciudadanos, vía enmienda en el Senado, para sancionar por la vía administrativa los actos de enaltecimiento que no fuesen constitutivos de delito.

La enmienda se incorporó a una moción del PP en la que se instaba a rechazar los homenajes a etarras y a defender «el reconocimiento, reparación y justicia» de las víctimas. En concreto, la formación de Albert Rivera  instaba al Gobierno a «impulsar las modificaciones legales pertinentes para que este tipo de actos de enaltecimiento que no sean constitutivos de delito puedan ser sancionados por vía administrativa de forma que no queden impunes, reforzando así la protección del honor y dignidad de las víctimas del terrorismo». La iniciativa fue respaldada por todos los partidos, a excepción de 11 senadores de ERC y uno de EH Bildu. También por el PSOE. Sin embargo, en el debate, los socialistas dejaron claro su rechazo a la propuesta de Ciudadanos para multar a los responsables de esos actos.

«Los socialistas votaremos favorablemente esta propuesta del Grupo Popular, como no puede ser de otra manera, aunque no nos gusta absolutamente nada la última incorporación que han hecho a la moción con la enmienda de Ciudadanos», argumentó el senador Antonio Rodríguez Esquerdo.

Aunque el partido de Pedro Sánchez manifestó el «rechazo frontal» a que los presos etarras fuesen «jaleados, aplaudidos y homenajeados», también consideró que la «obligación» es «hablar más de todo y con todos». 

El Partido Popular y Ciudadanos han promovido sendas iniciativas parlamentarias para que se impidan los homenajes y actos de exaltación a etarras. Sin embargo, la mera aplicación de la Ley de Víctimas sería ya suficiente para evitar su celebración.

Por su parte, el PSOE en el País Vasco ha emitido este lunes un comunicado en el que pide a Bildu que condene los homenajes y «ponga fin» a estos recibimientos por suponer «una clara humillación para las víctimas del terrorismo».

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