Sánchez deja a los profesores sin pantallas faciales ni batas en la vuelta al cole con ómicron
El Ministerio de Sanidad ha elaborado un nuevo protocolo para profesores y alumnos en la vuelta al colegio con ómicron tras las navidades. El texto se lava las manos en infinidad de cosas, pero en una bate récords: elimina los protocolos existentes hasta ahora en cuanto a protección de profesores. Y en ausencia de la guía, evidentemente, ausencia del material indicado hasta el momento y ahora borrado para proteger a los docentes ante una variante mucho más contagiosa que las anteriores. Esos protocolos definían todo el material -máscaras, guantes, trajes- necesarios para trata con los niños contagiados.
El famoso protocolo de Sanidad para abordar la vuelta al cole de profesores y alumnos se está tratando como una especie de secreto, en plena ola de ómicron. OKDIARIO ya ha anticipado algunos de sus puntos más polémicos, como el hecho de dejar a los colegios sin medidas de actuación ante los macrobrotes. Pero esa guía produce muchos más cambios.
Para empezar, dejaba a los menores de 12 años sin cuarentena, a menos que el brote por clase supere los tres positivos, como adelantó ya este diario. Si bien, la Comisión de Salud Pública ha acordado este mismo viernes que no se hagan cuarentenas en las aulas de los colegios hasta que haya al menos 5 contagiados o al menos el 20% de los alumnos. Esta comisión ha dictaminado también que la cuarentena deberá ser de un periodo igual o inferior a siete días.
Para continuar, el nuevo documento del Ministerio de Sanidad define únicamente el protocolo para el manejo de casos, sin mencionar los contactos y brotes. Y lo hace eliminando, por ejemplo, la exigencia de medidas de protección para los profesores. Así, por ejemplo, el nuevo protocolo borra un punto incluido en textos anteriores que protegía al profesorado: “Si la persona con síntomas no se puede poner una mascarilla quirúrgica (niños menores de 6 años, personas con problemas respiratorios, personas que tengan dificultad para quitarse la mascarilla por sí solas o que tengan alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización), la persona acompañante usará, además de la mascarilla FFP2 sin válvula, una pantalla facial y una bata desechable”. Este punto garantizaba la protección de los profesores y exigía unas medidas que ahora desaparecen.
El nuevo redactado admite que “los escenarios de aparición de los casos de COVID-19 en los centros escolares pueden ser muy variables. Pueden aparecer casos en un único GCE o clase sin que se produzca transmisión en dicho grupo o en la clase. Puede detectarse un brote en un grupo en el que a partir de un caso se generó transmisión en el GCE o en la clase o también pueden detectarse brotes en varios grupos o clases sin que exista relación entre ellos y ser eventos independientes, o producirse brotes en diferentes grupos de convivencia o clases con vínculo entre ellos en el propio centro educativo”.
Y, para todos esos casos el protocolo señala lo siguiente: «El control de la transmisión en estos escenarios y las actuaciones necesarias para su control dependerán de factores relativos a la organización propuesta por cada centro educativo».
Algunos de estos elementos son la sectorización del centro escolar con una separación franca entre las distintas etapas educativas: infantil, primaria, ESO y bachillerato o la presencia de una o varias líneas escolares”. El propio tratamiento del COVID descrito por el nuevo protocolo, en el fondo, genera más indefensión a los profesores. Y es que también se ha borrado de anteriores protocolos toda la pauta de actuación, por ejemplo, cuando se trata de brotes en el contexto de una transmisión no controlada.
Transmisión no controlada
Hasta ahora se señalaba que si se consideraba que se daba “una transmisión no controlada en el centro educativo con un número mayor de lo esperado por la transmisión existente en la comunidad en un territorio específico para ese grupo etario, los servicios de salud pública de las comunidades autónomas realizarán una evaluación de riesgo para considerar la necesidad de escalar las medidas, valorando en última instancia, el cierre temporal del centro educativo”. Eso se ha quitado del protocolo.
Además, se señalaba para esos casos “aislamiento domiciliario de los casos” y en “una situación de transmisión no controlada, tras una evaluación de la situación epidemiológica” se exigía “escalar las medidas de control pudiendo llegar a determinar el cierre temporal del centro educativo”.
Inicialmente, el cierre del centro sería de 10 días, aunque la duración de este periodo podría variar en función de “la situación epidemiológica, de la aparición de nuevos casos que desarrollen síntomas y del nivel de transmisión que se detecte en el centro educativo y en la comunidad”. Esto también ha desaparecido del nuevo protocolo. Y “la reapertura del centro educativo se realizará cuando la situación esté controlada y no suponga un mayor riesgo para la comunidad educativa”. Este último punto, igualmente, se ha borrado.