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Sánchez cede ante Díaz y declara protegida la zona de cachalotes donde practican 500 efectivos de la OTAN

Sumar exigió la realización de "estudios medioambientales" antes de los ejercicios militares

El Ministerio de Transición Ecológica ha elevado a consulta pública la protección de la zona

Sánchez cachalotes
Yolanda Díaz, cachalotes y Pedro Sánchez.
Rafael Molina

El Gobierno de Pedro Sánchez ha accedido a las pretensiones de su socio de Gobierno, Sumar, partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y ha comenzado el procedimiento para declarar protegida la costa norte de Menorca por ser una «de las áreas de cría de cachalotes». En esa parte del mar Mediterráneo, más de 500 efectivos de varios países de la OTAN realizan maniobras este año.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de Sara Aagesen ha elevado a consulta pública, el primer paso para aprobar un Real Decreto, la «declaración de un Área Marina Protegida para la protección de las áreas de cría del cachalote en las aguas situadas al norte de Menorca». Esta normativa implicaría la aprobación de un régimen de protección preventiva y de inclusión en la lista de Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo.

El Ejecutivo socialista se justifica en que hay una «acuciante pérdida de biodiversidad» y que, para frenarla, se deben «reforzar los marcos legales, estrategias y planes de acción». La medida más eficaz, a ojos del Gobierno de Sánchez, es «la declaración de espacios protegidos».

Y entre todas las especies que merecen protección, Transición Ecológica pone el acento sobre los cachalotes, que «presentan una amplia distribución en el Mediterráneo». Sin embargo, se centran en un «área de singular presencia de hembras con crías» que está en el norte de Menorca.

«Dichas aguas cuentan con un hábitat adecuado y escasas perturbaciones humanas, situación que se pretende mantener a través de la aprobación de la presente norma», sostiene el proyecto legal.

«Estudios medioambientales»

Todo ello coincide con la iniciativa en la que Sumar exigía la realización de «estudios medioambientales» antes de permitir ejercicios militares en una zona del norte de Menorca «que se extiende hasta 12 millas de la costa» por ser una Reserva de la Biosfera Marina del Mediterráneo y, además, por ser «un área de cría de cachalotes».

Aquella iniciativa a favor de los cachalotes escondía un decidido mensaje anti-OTAN: «Se convierte en imperativo y necesario que apostemos por la desaparición de todas las alianzas militares y su sustitución por alianzas políticas y diplomáticas de cooperación económica y comercial, dedicadas a la prevención y resolución pacífica de conflictos. En la actual coyuntura, la autonomía estratégica de Europa es imposible sin desvincularse de la OTAN y sin erradicar todas las bases militares de los Estados Unidos en territorio europeo, en especial las dos bases existentes en España y las distintas estaciones de seguimiento electrónico que se encuentran en nuestro territorio».

Además de a esta iniciativa, la nueva normativa aprobada por el Gobierno también respondía a una proposición no de ley que presentó el propio PSOE, arrastrados por las propuestas de sus socios en el Ejecutivo, sobre «la protección del área de cría de cachalotes en el norte de Menorca».

Con esta nueva protección, el Gobierno pretende asegurar que no existen «nuevas perturbaciones antrópicas», es decir, que ninguna acción humana pueda llegar a molestar a las hembras y crías de cachalote. Esto tendría impacto sobre las maniobras que más de 500 efectivos de la Alianza Atlántica realizan en aguas del mar Mediterráneo.

Por ejemplo, esto repercutiría en ejercicios como los que se realizaron en la primera quincena de mayo en el archipiélago balear. Allí, la Armada Española realizó maniobras con contraminas navales ESP Minex-25. Esa acción militar contaba con una importante presencia de otros miembros de la OTAN. En las maniobras participaron varios buques de superficie y un helicóptero de la Armada. Medio millar de efectivos de diferentes países miembros de la OTAN -Bélgica, Estados Unidos, Portugal, Turquía- intervienen este año en el ejercicio naval especializado en Medidas Contraminas (MCM).

En lugar de este tipo de actividades, la propuesta del Gobierno, que va en la línea de lo que exigía hace unas semanas la formación de Yolanda Díaz, es la de mantener los «usos tradicionales que han permitido la preservación de la especie en este espacio».

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