Sánchez defendió en su tesis que un presidente debe evitar que las empresas se marchen de España
El socialista planteó en su trabajo de postgrado que el jefe del Ejecutivo tenía que hacer "patria económica"
Sánchez vuelve a cargar contra el presidente de Ferrovial: "La patria no es solamente hacer patrimonio"
Feijóo ve a Sánchez "más hooligan que nadie" por "incendiar el problema" e insultar a Del Pino
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, no predica con el ejemplo, ni mucho menos con lo que él mismo defendió en su tesis doctoral fake, en lo que se refiere a la relación de Moncloa con las grandes empresas para evitar deslocalizaciones, como la anunciada por Ferrovial a Países Bajos. Lejos de mantener una comunicación fluida o de atender la llamada del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, tras el anuncio del traslado de su sede social, el jefe del Ejecutivo socialcomunista pasó al ataque contra el empresario, del que dijo que «no está comprometido con España».
Una actitud por parte del inquilino de la Moncloa que dista mucho de la que él mismo planteaba en su tesis doctoral, titulada Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público: 2000-2012 y presentada en noviembre de 2012 en la Universidad Camilo José Cela de Madrid (UCJC). En este trabajo de postgrado de 324 páginas, Sánchez reflexiona así por partida doble (introduce dos veces un párrafo casi idéntico) sobre cómo debe ser la relación entre el presidente del Gobierno y las grandes empresas:
– Página 51: «Así, es cada vez más común ver a jefes de estado como el Presidente de la República de Francia, Sarkozy, o el Primer Ministro Británico, Cameron, mantener reuniones con responsables de las principales empresas multinacionales al objeto de ‘vender’ las virtudes de sus economías y las ventajas de localizar su actividad empresarial en sus respectivos países. En resumen, hacer ‘patria económica’».
– Página 311: «Cada vez es más común ver a Presidentes, como el de la República de Francia, Sarkozy, o el Primer Ministro Británico, Cameron, Mariano Rajoy o el Rey de España mantener reuniones con responsables de las principales empresas multinacionales al objeto de ‘vender’ las virtudes de sus economías y las ventajas de localizar su actividad empresarial en sus respectivos países. En resumen, hacer ‘patria económica’».
Además, en la página 311, Sánchez sostiene que «a efectos prácticos, ello supone, entre otros, el mayor liderazgo del propio Jefe del Estado y/o de Gobierno, en la acción de la diplomacia económica». En el caso de Ferrovial, no puede decirse que el presidente socialista haya actuado con diplomacia ni tampoco con liderazgo, pues dejó la semana pasada el conflicto en manos de sus vicepresidentas.
Del Pino intentó hablar con Pedro Sánchez tras el anuncio de su traslado, pero no tuvo respuesta del presidente, según publicó El Periódico. En cambio, sí pudo hacerlo con la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, y con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, trasladándole a ambas su malestar. Sánchez se limitó a arremeter contra Del Pino en público, lanzándole desde Finlandia que «la patria no es solo hacer patrimonio».
El pasado viernes, en declaraciones en los pasillos del Congreso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, señaló que el presidente del Gobierno ha sido aquí «más hooligan que nadie» por dedicarse a «insultar» a Ferrovial y a Rafael del Pino, contribuyendo con ello a «incendiar el problema» en vez de «solucionarlo». A juicio del jefe de la oposición, según expresó a la prensa, lo que hay que hacer en estas situaciones es sentarse y trabajar para que los accionistas «tengan elementos para valorar no tomar esta decisión» de trasladar su sede social a Países Bajos.