Sánchez agita el espantajo de Aznar para atacar a Rivera con su idea de España
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha mostrado en los últimos días la sintonía que mantiene con el Presidente del Gobierno en la cuestión territorial, demostrando que les une no sólo el interés de perpetuar a socialistas y populares como pilares del sistema bipartidista. Sino, además, la existencia de un adversario común: el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Y todo ello con una estrategia que pasa por asociar reiteradamente al presidente de C´s con José María Aznar.
Si durante una época la relación de Sánchez con Rajoy era gélida (con aquel «Usted no es una persona decente» que el socialista le espetó al presidente del PP en un debate electoral en 2016 como hito y que provocó la indignación de éste), y el rival a batir era un Pablo Iglesias con más encuestas favorables y menos casoplones, ahora la situación ha cambiado. Entre Ferraz y Moncloa la línea es más directa que nunca. Y el nuevo tiempo deja momentos como el de un Sánchez que este lunes adulaba al ‘nuevo Rajoy’.
Flores a Rajoy
El número 1 del PSOE ponía en valor al gallego utilizando para ello a su antecesor en la jefatura del PP, el expresidente José María Aznar, y al rival de ambos, Albert Rivera. «Hay una derecha que se arrepiente, y Rajoy lo hizo con el recurso al Estatut de Cataluña. Y otra que no», aseguraba Pedro Sánchez en una sala de prensa en Ferraz abarrotada y en referencia tanto a Aznar como a un Rivera al que se empeña en asociar .
«Hay una derecha que se arrepiente, y Rajoy lo hizo con el recurso al Estatut de Cataluña»
El líder socialista recordaba así a un Rajoy que en sus primeros años de oposición al Ejecutivo de Zapatero hizo de la unidad de España una de sus prioridades. Contra el independentismo y contra ETA. En 2007, por ejemplo, llamaba a «defender la la nación española» en una multitudinaria manifestación en Madrid y que cerraba al grito de «¡Viva España!».
Pero un Rajoy que pacta con los nacionalistas del PNV levantar un 155 ya de por sí blando, y que consulta cada decisión ante el golpe de Estado con Sánchez sitúa ahora a Albert Rivera como diana común. Y ello a cuenta de su política frente a los separatistas, y la creación de la plataforma cívica ‘España Ciudadana’, con la que el líder de C´s pretende que «ningún español tenga que pedir perdón por usar su bandera o hablar en su lengua».
La iniciativa de los naranjas de crear esa «plataforma cívica y transversal» ha escocido en Ferraz. Por eso, y lejos aquel mítin del circo Price en el que Sánchez se presentó con la bandera de España más grande jamás vista en un acto político, el líder del PSOE dejaba claro: «No es necesario un pacto antisecesionista ni ningún escrito, ni manifiesto o plataforma» decía antes de aportar su solución: «Basta con defender la Constitución y ejercer esa unidad de acción».
De Aznar a Rivera
Para Sánchez, son signos de ‘aznarización’, un término que ha comenzado a utilizar cada vez con más frecuencia para valorar al barcelonés. «Rivera se ha ‘aznarizado’, y ya conocemos las consecuencias de lo que hizo Aznar. Las estamos sufriendo hoy’», afirmaba el secretario general del PSOE. Para, a continuación agregar:»El proyecto de Rivera es como el de Aznar, enfrentar a España consigo misma». Una frase que lanzaba con tanta gravedad como displicencia, y que ha pasado prácticamente desapercibida.
«El proyecto de albert Rivera es como es el de Aznar, enfrentar a España consigo misma»
Más de media docena de veces tiró este lunes Sánchez de evocar las similitudes entre ambos. «Frente a lo que propone Rivera o hizo Aznar, la de la España de la uniformidad, proponemos la España de la pluralidad». Y un Sánchez jaleado por ese periodismo de la equidistancia y que pregunta sobre «si la plataforma de C´s que exacerba el nacionalismo español» (sic) se le puede «ir de las manos» (sic) volvía a atacar: «Esta película ya la hemos visto. Y el pasado domingo la vimos en edición remasterizada», señalaba sobre el acto de la formación naranja con banderas españolas y el himno nacional interpretado entre lágrimas por Marta Sánchez.
El demonizado expresidente Aznar como modelo de Rivera. El actual presidente Rajoy como un modelo mucho más cercano a su política territorial. El líder del PSOE parece haber guardado en el cajón la crítica a Rajoy, y apoyar su gestión del golpe de Estado en Cataluña. Ello, aunque con algún pequeño recado para que esa entente no despierte las iras de sus electores.»Rajoy sufre su estrategia política de cuando era jefe de la oposición».
Pedro Sánchez, el de aquel machacón «no es no», ha aparcado su «nación de naciones» mientras confraterniza cada vez más con un Rajoy que le concede un rango distinto que a Rivera en sus visitas a la Moncloa. Porque el enemigo a batir ya es sólo uno. Y para muchos dentro del PSOE y del PP pareciera más importante que un Puigemont o un Quim Torra.