Rajoy llamará a Sánchez y Rivera al cierre de las urnas para ofrecerles una gran coalición
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, tiene muy claros los pasos que seguirá al cierre de los colegios de votación en la noche de este domingo. Una vez que se acabe la jornada electoral, llamará a los candidatos del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para proponerles una gran coalición, según fuentes del Ejecutivo.
Mariano Rajoy quiere resolver la situación cuanto antes y está dispuesto a contactar con sus adversarios políticos en cuanto se conozcan los resultados del 26J. Su intención es evitar el espectáculo de los últimos meses y mandar un buen mensaje a los agentes económicos y sociales, más en un momento como el actual en el que Reino Unido ha votado salir de la UE. A su juicio, España ahora necesita un Gobierno fuerte que tenga crédito y capacidad de negociación en Europa. Para el presidente en funciones, este domingo o hay un Gobierno presidido por el PP o un Ejecutivo nucleado en torno a «radicales y extremistas» que llevarán el país a la ruina.
Así, Rajoy hará lo mismo que hizo tras el 20 de diciembre, llamar a Pedro Sánchez y a Albert Rivera. Necesite o no los votos del partido naranja, el popular tiene pensado volver a contar con ellos. A quien tiene claro que no le hará ningún planteamiento es al candidato de Unidos Podemos, dado que sus posiciones políticas son muy lejanas.
Para Rajoy, lo sensato y democrático es que gobierne la fuerza más votada con el acuerdo de los partidos moderados y constitucionalistas que están de acuerdo en los temas esenciales, donde incluye al PSOE y a Ciudadanos pero no a los de Pablo Iglesias, a quienes considera «comunistas, populistas, radicales y extremistas». Si el PSOE y C’s no aceptan la coalición, el presidente del PP reclamará que le dejen gobernar en solitario, aunque cree que lo ideal es un gran pacto de Estado.
Los estrategas del Partido Popular llevan semanas con la Ley D’Hont y la calculadora en mano para decidir dónde ir y qué mensajes lanzar con el objetivo de arañar hasta el último voto que pueda dar un escaño más a su partido, y durante toda la campaña ha llamado a «concentrar el voto útil» para dar estabilidad y seguridad a España.
Además, Rajoy ha reiterado una y otra vez que los votos que Ciudadanos recibió en 25 provincias y no le aportaron escaño alguno al partido naranja, en realidad le quitaron diputados al PP y se los facilitaron a Podemos. El candidato popular ha empleado todas sus fuerzas en polarizar a la opinión pública en dos extremos y convencer de que el partido que se juega el 26J es entre azules y morados.
Eso sí, las encuestas auguraban siempre lo mismo: el PP saldría ganador y Unidos Podemos, el segundo. La aspiración de Rajoy es superar el 30% de los votos y que le dejen gobernar en minoría o en coalición.
No obstante, y a pesar de que las encuestas dicen que volverá a ganar el PP, ninguno de sus rivales quiere a Mariano Rajoy en La Moncloa. Él insiste en la legitimidad de los votos que espera conseguir para seguir al frente del Ejecutivo y ya expresó este miércoles que cree que al final se impondrá el sentido común. “Mi intuición me dice que no va a haber terceras elecciones“, manifestó en los últimos días de campaña.