Elecciones Generales 2019

Puigdemont rompe el PDeCAT y acaba con la unidad del independentismo que tanto reclamaba

Sus vetos y exigencias durante la configuración de la lista de Junts per Catalunya al Congreso dinamita el entendimiento entre los distintos sectores de la antigua Convergencia, que pese a las diferencias han convivido hasta hoy.

carles puigdemont
Carles Puigdemont
Joan Guirado

Lleva meses reclamando unidad y generosidad para crear candidaturas transversales a través de La Crida Nacional, el movimiento que impulsó junto a Quim Torra y Jordi Sánchez tutelado por Artur Mas y David Madí, pero comprobada la imposibilidad de aglutinar el independentismo del PDeCAT, Esquerra, la CUP y los comunes en torno a esta nueva vía de supervivencia, Carles Puigdemont cumple hoy con su principal objetivo tras no conseguir que su partido, el Partit Demòcrata, le rindiera pleitesía y se pusiera a sus órdenes como esperaba: acabar con él y lo que representa, aunque eso implique cargarse de paso la poca unidad independentista que aún quedaba.

El ex presidente de la Generalitat, desde Waterloo y mal asesorado por los mismos que convirtieron a Mas en residual políticamente, tras convertirlo en adalid del independentismo haciéndole convocar elecciones para perderlas y posteriormente abrazándose a la CUP dejando la gobernabilidad de Cataluña en manos de los antisistema, no ha digerido aún que el pragmatismo y la moderación del PDeCAT, que todavía representa el catalanismo político que durante años ha facilitado el día a día a gobiernos de España de diferentes ideologías, apoyara la moción de censura contra Mariano Rajoy -contra quién vivía mejor- y luego luchara hasta al final para permitir la tramitación de los Presupuestos de Pedro Sánchez, aunque aquí se salió con la suya.

Este pragmatismo y moderación, representado en las Cortes Generales por quién fue su principal valedor en política, Jordi Xuclà, junto a la ex coordinadora general del partido que defenestró Marta Pascal y el portavoz parlamentario Carles Campuzano, se ha acabado. Los tres serán relegados en las listas del 28A a puestos de no salida, por órdenes directas de Puigdemont, que incluso ha llegado a vetar nombres como el de Pascal, para dejar sitio a perfiles más radicales como los de Miriam Nogueras, la consellera de Cultura Laura Borràs o los presos independentistas.

La imposición de estos perfiles más radicales en los puestos de salida de un partido que según todas las encuestas reducirá su presencia en el Congreso a la mínima expresión, demuestran la voluntad de los que dirigen el independentismo de continuar enfrentados y alejados del diálogo. Una posición que no es compartida por una gran mayoría del PDeCAT, que aunque nítidamente independentistas, continúan representando el conservadurismo de la antigua Convergencia, el de hacer las cosas con ‘seny’.

El Consejo Nacional extraordinario de hoy del Partit Demòcrata, convocado de urgencia anoche tras una larga reunión de la Ejecutiva a las 21.18 para esta mañana, certificará la ruptura total de una formación con menos de tres años de vida que nació para pasar pagina de la corrupción con la que había convivido y por la que había vivido Convergència durante años, pero que nunca ha acabado de encontrar su espacio, creando un largo historial de siglas políticas cada vez que se producían nuevas elecciones, debido a la diferencias no tanto ideológicas -que también- como de formas de los que han dirigido la organización, con equilibrios difíciles de encajar.

Lo último en España

Últimas noticias