Investidura de Pedro Sánchez

Puigdemont se crece con la llamada de Sánchez a Torra: ‘su’ república tendrá DNI y Constitución propia

El ex presidente fugado en Bélgica, Carles Puigdemont, activa su plan para una república catalana, promoviendo un DNI para separatistas y el boicot a empresas

Carles Puigdemont
Carles Puigdemont y Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Carles Puigdemont ha dado un impulso a su aspiración de formar una República catalana. A través del ‘Plan de acción’ del denominado Consejo para la República, el ente que creó tras su fuga a modo de gobierno en la sombra, el ex presidente catalán articula los próximos pasos para lograr sus objetivos, entre ellos, una Constitución propia. El plan erige al Consejo y su presidente Puigdemont como «depositarios directos de la legitimidad surgida del referéndum» ilegal del 1 de octubre.

En política interior, el plan determina que se deberán desplegar todos los órganos, el Consejo de Gobierno, la Asamblea de Representantes y el Registro ciudadano. La Asamblea, integrada por cargos independentistas, pretende funcionar como una estructura paralela de poder del separatismo, mientras el Consejo impulsará «procesos deliberativos», y «consultas internas sobre cuestiones de interés general».

«Legislación republicana»

El plan habla también de una «legislación republicana» y de la Constitución propia, a través de un proceso constituyente en el Parlamento catalán.

«En caso de que, llegado ese momento, el Parlamento de Cataluña no se dieran las condiciones adecuadas para un proceso constituyente, el Consejo promoverá los avances imprescindibles para la creación de una Asamblea Constituyente», se explica. Además, el Consejo impulsará propuestas legislativas en la Cámara catalana, erigiéndose así como un órgano dotado de absoluta legitimidad. Esas propuestas, dice, se plantearán a través de iniciativas legislativas populares, ante la falta de representación parlamentaria.

El Consejo busca también ampliar su base, extendiéndose «al resto de los Países Catalanes» y «a todos aquellos ciudadanos de Europa y del mundo que son solidarios con la causa de la República catalana». Tras el fracaso del registro, Puigdemont pretende llevar a cabo una «campaña permanente» para favorecer las adhesiones dirigida «en particular, a todos aquellos que fueron a votar el 1-O del 2017».

«El crecimiento de la base ciudadana del Consejo es un factor determinante de la fuerza de su acción política, así como de su capacidad financiera, de la que depende muy directamente su capacidad de actuación», reconoce.

«Identidad digital»

Entre los proyectos está también la creación de una ‘identidad digital’, mediante un documento que acreditará la pertenencia al Consejo y que otorgará, entre otros, «derechos de participación política» y acceso a servicios.

Puigdemont plantea asimismo el ‘boicot’ a empresas no afines al separatismo. Así, apoyarán y promoverán la campaña ‘Consumo estratégico’ de la Asamblea Nacional Catalana «para disminuir la dependencia de los consumidores -tanto ciudadanos, como empresas e instituciones públicas- de las grandes corporaciones del IBEX-35».

También quieren impulsar iniciativas «que nos acerquen a la materialización de la República Catalana».

«Muy particularmente, el Consejo impulsará o apoyará las iniciativas orientadas a construir una red de servicios (market place) que promueva un tejido productivo inspirado en los principios y valores en los que aspiramos que se fundamente la República catalana», describe.

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