El PSOE presiona para destituir a ‘Pam’ pero admite que Sánchez no puede imponérselo a Irene Montero

El PSOE quiere a la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, fuera del Gobierno. Ministros, barones y diputados así se lo han trasladado ya, en distintas ocasiones, a Pedro Sánchez. Pero con la misma contundencia que le reclaman al presidente la destitución de la viceministra de Igualdad, reconocen que, en virtud del acuerdo de coalición, Sánchez no tiene autonomía para echarla del Ejecutivo. Que sólo puede hacerlo Irene Montero o la propia Pam marchándose por voluntad propia.

Son varios los motivos que aducen en las filas socialistas para reclamar la salida de la número dos del Ministerio de Igualdad. Principalmente las críticas que de forma periódica vierte contra el PSOE y sus salidas de tono como el vídeo que se grabó en la manifestación del 8M lamentando que la madre de Santiago Abascal no hubiera abortado antes de dar a luz al hoy líder de Vox. «Hay actitudes y declaraciones que no son tolerables por parte de un representante del Gobierno», recuerdan en Ferraz.

Todas las fuentes consultadas por este periódico coinciden en lo mismo: la convivencia entre la parte socialista del Gobierno y el equipo de Igualdad «es insostenible, un calvario». Aunque, en realidad, prácticamente no hay convivencia porque no hay relación. Tras la negativa de Montero a modificar la ley del sólo sí es sí, Sánchez tomó la decisión de intervenir de facto el departamento que dirige la ministra de Podemos. Y buena muestra de ello es que ni tan siquiera la incluyó en el equipo de cinco ministros que redactarán la ley de paridad, una norma que sin duda afecta a su área de trabajo.

El presidente ha encargado al ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, que coordine el trabajo de cinco departamentos: Interior, Justicia, Hacienda, Trabajo y el de Presidencia. Ni rastro de Igualdad. El temor a que el equipo de Irene Montero pudiera cometer errores en el redactado de la norma y la desconfianza en ellos ha llevado a Sánchez a vetar la presencia de los podemitas en una cuestión en la que debería tener un peso importante el departamento que dirige las políticas igualitarias del Ejecutivo.

Petición

Si bien el PSOE presiona a Sánchez para que fulmine a Rodríguez Pam, lo cierto es que el presidente tampoco está cómodo con ella en el Ejecutivo. Ni con la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. De hecho, tal como publicó OKDIARIO semanas atrás, el líder socialista hizo llegar a Irene Montero que la destitución de ambas era una condición imprescindible para volver a negociar la reforma de la ley del sólo sí es sí. La negativa de la ministra a prescindir de dos de sus colaboradoras más cercanas provocó que la tramitación de la norma saliera adelante con los votos de PSOE y PP.