El PSOE plantea ahora impedir el registro de hijos gestados fuera de España después de rechazarlo
Patxi López: "Hay que reforzar la legislación para impedir esto de irse fuera a comprar mujeres"
El Gobierno brama contra Obregón pero rechazó impedir el registro de hijos gestados fuera de España
Ana Obregón podrá registrar a su hijo en España pese a que la gestación subrogada es ilegal
El PSOE se plantea reforzar la ley para impedir traer niños de gestación subrogada. Lo hace después de la decisión de la actriz y presentadora Ana Obregón de ser madre por gestación subrogada en Estados Unidos. Obregón puede inscribir a su hijo en el registro civil, siempre y cuando aporte una resolución judicial del país de origen en la que se determine la filiación del niño y, por ende, la mujer gestante renuncie a la filiación materna a favor del contratante, en este caso, de la actriz. Se trata de un detalle sobre el que el Gobierno no quiso poner mayores trabas en la ley de derechos sexuales y derechos reproductivos, conocida como la ley del aborto.
El portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, ha planteado la opción de «reforzar» la legislación actual para «impedir» que haya personas que hagan uso de la gestación subrogada en el extranjero y luego inscriban a esos niños en España «como si no hubiera pasado absolutamente nada».
López considera que hay que «darle una vuelta» a esta situación de «limbo», rechazando a su vez que se puedan «cargar las culpas al niño». «Los menores no pueden ser paganos de lo que han hecho sus padres», ha defendido. «Debemos dar una vuelta a lo que tenemos en este momento para impedir que nadie tenga o quiera irse al extranjero a buscar fórmulas de alquilar a una mujer para tener a sus niños y que eso no pueda permitirle que cuando llegue a España inscriban con toda normalidad a sus hijos o a sus hijas como si no hubiera pasado absolutamente nada», ha apostillado.
«Tenemos que reforzar nuestra propia legislación para impedir esto de irse fuera a comprar mujeres, en un país como el nuestro esto no lo deberíamos permitir, se produzca donde se produzca. Y por lo tanto deberíamos, sin poner carga en el niño, intentar impedir que incluso tampoco en el extranjero se puedan hacer estas prácticas», ha asegurado Patxi López este jueves en una entrevista concedida a La Hora de La 1 de TVE.
Preguntado sobre la posibilidad de prohibir la inscripción en España de estos niños, el portavoz del PSOE en el Congreso ha indicado que hay que analizar «cuál es la mejor fórmula para que esa gente que quiere tener un niño mediante gestación subrogada entienda que es imposible en nuestro país hacerlo, aunque sea alquilando fuera el cuerpo de una mujer».
La ley
En una sentencia dictada el pasado mes de abril, el Tribunal Supremo dejó claro que «los contratos de gestación subrogada son nulos de pleno derecho porque vulneran los derechos fundamentales de la mujer gestante y del niño gestado», y ratificó que el reconocimiento de la relación de filiación a la madre no biológica debe obtenerse por la vía de la adopción.
La ilegalidad de la gestación subrogada en España viene del artículo 10 de la ley sobre técnicas de reproducción humana asistida, ya que declara nulo el contrato para que una mujer, con o sin precio, se preste a una gestación y renuncie después a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero. Deja claro que la filiación de esos hijos vendrá determinada por el parto.
La reciente reforma de la ley del aborto, impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, incluyó la gestación subrogada como «una forma de violencia contra la mujer», pero no impusieron mayores trabas para poder registrar a los hijos gestados en el extranjero. Sólo se incluyó un artículo específico para prohibir la promoción comercial y la publicidad de la gestación subrogada, aunque una simple búsqueda en internet muestra las numerosas agencias que siguen ofreciendo sus servicios de intermediación para alquilar un vientre en el extranjero.
Los precios de los paquetes ofertados se mueven en una amplia horquilla que puede desde los 50.000 euros en países del este de Europa a los 100.000 de Estados Unidos o Canadá.