Las pruebas de ADN confirman que los restos encontrados en Zaldívar corresponden a Alberto Sololuze
Las pruebas de ADN han confirmado que los restos óseos encontrados en el vertedero de Zaldívar corresponden a Alberto Sololuze, uno de los dos trabajadores que estaban desaparecidos desde que se produjo el derrumbe en febrero, según ha informado fuentes del Departamento de Seguridad a Europa Press.
Las mismas fuentes han explicado que ya se ha comunicado a la familia de Sololuze y al juez que la prueba de ADN ha sido positiva y que los restos óseos encontrados pertenecen a Alberto Sololuze, que, junto con Joaquín Beltrán, fue sepultado en el momento del derrumbe.
El pasado domingo a primera hora de la tarde, se encontró a 23 metros de profundidad un hueso envuelto en tela en el vertedero y, posteriormente, se confirmó que pertenecía a una persona. Desde ese momento, han aparecido otros restos óseos, además de algunos objetos personales como una cámara de fotos, una correa de reloj, unas gafas de sol y un candado. El lugar donde se encontraron los restos óseos y esos objetos, en la zona B1, junto a la báscula, era el área en el que se pensaba que se encontraba Alberto Sololuze en el momento del derrumbe.
Desaparecidos en «el agujero»
Han pasado poco más de seis meses desde que se produjera el derrumbe del vertedero de Zaldívar (Vizcaya) en el que desaparecieron entre los escombros Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán. Un hecho que ha sido un auténtico quebradero de cabeza para el Gobierno del lehendakari Iñigo Urkullu, que ha recibido numerosas críticas por la falta de operatividad en un rescate que duraba demasiado.
Los trabajadores desaparecieron en un lugar al que se había bautizado como «el agujero», en referencia al escaso control sobre las materias y sustancias que allí se depositaban sin control público. Ahora, la Ertzaintza ha constatado posibles «indicios de criminalidad» tras la gestión pública de estas instalaciones. Son las primeras conclusiones de la investigación de la policía autonómica.
La Ertzaintza ha presentado ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Durango (Vizcaya) un informe de diligencias sobre algunos detalles y circunstancias que rodearon al accidente y a las fallidas tareas de rescate que se han llevado a cabo en los últimos cuatro meses. La policía autonómica ve «actuaciones irregulares» relacionadas con el derrumbe de la escombrera.
Estas irregularidades vulneraban supuestamente la Autorización Ambiental Integrada (AAI), que fue concedida en 2007 y renovada en 2013 por el Gobierno Vasco a la empresa Verter Recycling, propietaria del vertedero, para que pudiera desarrollar la actividad en la escombrera.
Los investigadores señalan que en función de la información procedente de «fuentes abiertas», en el vertedero «se estaba eliminando todo tipo de residuos», no sólo para los que tenían autorización.