EL PP presiona a la consultora Colliers para que active ya la mudanza de Génova a la nueva sede

La nueva sede del Partido Popular seguirá estando en el centro de Madrid. Pasará de contar con más del 10.243 metros cuadrados a la mitad, hasta un límite mínimo a la baja de 3.000 m2.

La sede nacional maldita fue sentenciada por el presidente Pablo Casado cuando se sustanció que la obra interna en dicha sede fue pagado por el tesorero nacional Luis Bárcenas en dinero negro a la empresa Unifica de Gonzalo Urquijo y Belén García, condenado recientemente a dos años de cárcel por la justicia por pagarlas en B y al pago de 123.669 euros subsidiariamente al partido.

Fue hace casi un año cuando Casado anunció que deseaba pasar página y abandonar ese cuartel general que fue adquirido en propiedad por el PP, entonces a las órdenes de la secretaria general, María Dolores de Cospedal por un importe de 37 millones de euros. El presidente nacional encargó la operación al secretario general, Teodoro García Egea. Se trata de la operación inmobiliaria de oficinas en Madrid más importante del año.

De forma inmediata, la secretaria general del PP abrió un concurso entre diferentes empresas interesadas en llevar a cabo la mudanza de la formación de centro-derecha. Se presentaron firmas de alto standing tales como CBRE, JLL, Knight Frank, Savills, KPMG, y Colliers.

Mantener el patrimonio

El pasado 11 de octubre el equipo de García Egea dio a conocer que la oferta para realizar la mudanza iba a parar a manos de consulta Colliers, empresa de origen canadiense que en España dirige Mikel Echavarren.

Las órdenes de la dirección popular a la empresa asesora pasa por los siguientes inputs:

-La nueva sede tiene que estar en el centro de la ciudad. No se especifica en concreto si tiene que estar en los barrios de Argüelles, Salamanca, Las Letras o al final de la Castellana. La nueva sede tiene que estar en el “centro” de Madrid.

-El precio de la nueva sede -tanto en alquiler o en propiedad- no puede afectar al patrimonio histórico de los afiliados del PP, es decir, que no se puede vender o alquilar la sede actual perdiendo dinero en relación con la compra o alquiler del edifico que proponga Colliers.

-La nueva sede no es necesario que disponga de los más de diez mil metros cuadros (incluidas las 200 plazas de párking). Bastaría entre 3.000 a 4.000 m2 como mucho.

-El edificio tiene que tener elementos de seguridad básicos.

Opciones

La histórica sede del PP a unos metros de la Plaza de Colón ofrece dos posibilidades. La primera, la venta pura y dura. Los expertos consideran que el valor actual en el mercado inmobiliario madrileño podría ofrecer una cantidad mínima de 50 millones de euros y que la misma podría llegar hasta los 60.

La otra opción es el alquiler. En este sentido, si se optara por la segunda opción teniendo en cuenta la situación de privilegio en la que se encuentra, el PP podría obtener unos ingresos de tres millones largos de euros, además de los ingresos que supondría el alquiler de las 200 plazas de garage en un lugar muy solicitado para tal menester.

Si bien no se ha establecido plazo exacto para la operación, la dirección popular quiere acelerar la mudanza. Porque la idea de Pablo Casado es cambiar radicalmente la “simbología” que conlleva dicho edificio adquirido en alquiler en los años 80 cuando el partido lo lideraban Manuel Fraga y el secretario general Jorge Verstrynge.