El PP le pide a Colau que «responda como alcaldesa y no como activista» al vandalismo de la CUP
La dirección del PP ha acusado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de guardar un «silencio cómplice» ante los «actos vandálicos» contra el turismo que se están produciendo en Cataluña por parte de la organización anticapitalista Arran –próxima a la CUP–, y le ha pedido que responda a estas agresiones «como regidora y no como activista».
En declaraciones a Europa Press, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha advertido a Colau de que si no ofrece una «respuesta firme» que «demuestre que Barcelona no tiene turismofobia», la ciudad puede perder uno de sus principales motores económicos.
«Ada Colau ahora es alcaldesa, no es activista y es alcaldesa de una ciudad como Barcelona, con retos y problemáticas diversas y, desde luego, ha de saber gestionar el turismo para que éste tenga una convivencia pacífica con la vida normal de los barceloneses», ha manifestado.
La también diputada del PP en el Parlamento de Cataluña ha resaltado que los ataques que se están produciendo, como el asalto a un bus o el pinchazo de ruedas de bicicletas turísticas en Barcelona, no son «actos de gamberrismo» sino «actos de activismo político» en contra de uno de los motores de la ciudad para «ahuyentar a los turistas».
«Es sorprendente que nadie persiga a la CUP»
Por su parte, Teodoro García Egea, miembro de la dirección del Grupo Popular, ha censurado el «silencio cómplice» de Colau con las agresiones: «Se trata de ser cívicos», ha manifestado en declaraciones a RNE, insistiendo en que con la violencia «se pierde toda la razón» y abogando así por el diálogo para solucionar este asunto.
A juicio del diputado murciano, es «sorprendente» que «nadie persiga a estas personas de la CUP» que cometen «acciones vandálicas» contra medios turísticos como autobuses que, según ha subrayado, todos los ciudadanos pagan con impuestos.
García Ejea, que ha defendido la necesidad de abordar un debate sobre la llegada masiva de turistas y ha rechazado «llegar al extremo de la agresión», ha recalcado que España es uno de los países «más visitados», por lo que ha pedido tratar este asunto «con cuidado».