La Policía exige con urgencia más agentes en Ceuta y Melilla al prever nuevos asaltos de inmigrantes
El sindicato de policía CEP ha reclamado a la Dirección General de Policía un plan para las plantillas de Ceuta y Melilla debido a la avalancha migratoria. Piden más ayuda a las unidades desplazadas y que tenga en cuenta el esfuerzo en turnos y horas extra realizados. Pero, además, piden un incremento de efectivos ante la evidencia de que la crisis con Marruecos no ha acabado ni mucho menos. Por lo tanto, nuevos asaltos pueden estar al caer.
La Confederación Española de Policía (CEP) ha reclamado un refuerzo urgente de los efectivos de la plantilla de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta. Lo ha hecho igualmente para Melilla. Y hace tiempo que lo hizo para reclamar medios destinados a Canarias.
Todo ello ante la evidencia de que puede haber nuevos asaltos o llegadas masivas de pateras. La diplomacia española, de hecho, ya ha avisado al Gobierno de que la tensión con Marruecos sigue en aumento y que, en absoluto, son descartables nuevas llegadas de inmigrantes a Ceuta, Melilla o Canarias.
Las oleadas que se esperan no son tan voluminosas como la observada estos pasados días en Ceuta. Pero lo cierto es que pueden convertirse en un goteo perfectamente calculado para mantener la presión sobre España. Los servicios diplomáticos dan por hecho que no es demasiado probable una nueva llegada de miles de personas en menos de una semana. No por la respuesta de España, sino por el aviso a Rabat trasladado desde Bruselas. Y es que la UE ha exigido una parada inmediata de la entrada en Ceuta con permiso de Rabat. Esta hipótesis era la que se manejaba anoche antes de conocerse la marcha de España del líder del Polisario Brahim Ghali con la autorización del Gobierno de Sánchez.
Esos mismos servicios han comunicado ya al Ministerio de Exteriores que la forma habitual de actuar de Marruecos implica el mantenimiento de la presión durante toda la negociación. Y esa negociación no ha concluido.
Marruecos, igualmente, ha reclamado un incremento brutal del dinero que recibe por contener la inmigración ilegal, tal y como ha publicado ya OKDIARIO.
Rabat asegura que sólo se le financia desde la UE una quinta parte de los costes que asume por haberse convertido de facto en la frontera de choque de los inmigrantes. Y hasta que ese asunto no se dirima, Rabat mantendrá la presión sobre España con más llegadas puntuales de pateras o inmigrantes. Las zonas de estas futuras llegadas están claras para la diplomacia: Ceuta, Melilla y Canarias.
Rabat, de hecho, ha filtrado ya al Gobierno español su negativa a mantener interlocución con la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya. El veto a la máxima responsable de las relaciones diplomáticas españolas bloquea, de este modo, cualquier intento de apaciguamiento y se suma a la decisión de Rabat de llamar a consultas a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, y a uno de los últimos comunicados de Rabat, que acusa a España de mantener una actitud hostil hacia ellos, especialmente a raíz de la ayuda y trato dado al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Dos aspectos decisivos
La decisión de Marruecos confirma dos aspectos decisivos. El primero de ellos, que el conflicto será duradero y que las consecuencias totales están aún por verse en caso de que España no logre un mecanismo para relajar la tensión generada a raíz de la ayuda prestada por Pedro Sánchez al líder del Frente Polisario.
El segundo, que Rabat culpa personalmente a González Laya de la gestión de la hospitalización en Logroño de Brahim Ghali, el jefe del Polisario. Efectivamente, Marruecos sabe manejar este tipo de negociaciones y nunca relaja la presión de una forma plena hasta lograr, al menos en parte, sus exigencias. Por ello, sindicatos policiales como CEP han reclamado ese incremento de efectivos. Porque la tensión durará y los agentes se encuentran literalmente desbordados.