Podemos exige a Sánchez la libertad de los ‘Jordis’ golpistas en un manifiesto con Bildu, ERC, JxCAT y PNV
Los de Pablo Iglesias exigen a su propio Gobierno que anule la sentencia del Supremo contra los Jordis
Podemos exige al Gobierno del que forma parte que se anule la condena a los líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, condenados ambos a nueve años de prisión por su participación en el asedio a la consejería de Economía durante un registro de la Guardia Civil. Los de Pablo Iglesias, en un manifiesto conjunto con ERC, Junts per Catalunya, la CUP, EH Bildu, el PNV, Más País y el Bloc, en el que se defiende un informe de Amnistía Internacional, reclaman al Ejecutivo «liberar» a los dos condenados por una sentencia «que consideran injusta».
No han pasado ni 24 horas desde que ayer, en el Congreso de los Diputados, Iglesias defendiera que Jordi Sánchez y Jordi Cuixart son «unos demócratas» y que deberían formar parte de la vida política catalana como parte de la solución al conflicto político. No contento con esas palabras, que encendieron las alarmas en La Moncloa, hoy su grupo parlamentario ha firmado un manifiesto que pone en cuestión el proceso judicial al que los independentistas fueron sometidos hace poco más de un año en el Tribunal Supremo.
El comunicado critica a uno de los poderes del Estado, el judicial, afirmando que «después de la negativa de la Fiscalía de conceder la libertad de Jordi Cuixart, ignorando el último informe de la ONG Amnistía Internacional» se deben defender los derechos de ambos presos. Por eso, Podemos y el resto de firmantes trasladan «al Gobierno español su preocupación» reclamando a Ejecutivo del que forman parte los morados «medidas de defensa de los derechos fundamentales». Entre esas medidas que los de Pablo Iglesias solicitan al Ejecutivo se incluye «la libertad de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, tal y como apunta el informe de Amnistía Internacional».
El manifiesto destaca también la petición de «que se anule la condena», además de reclamar al Estado «una revisión sustancial del delito de sedición».
Consideran que esa revisión del delito por el que fueron condenados los golpistas catalanes pasa por «garantizar que no se criminalicen indebidamente los actos legítimos de desobediencia civil pacífica y no se ponga en riesgo, así, el ejercicio legítimo de las libertades de expresión y reunión pacíficas de toda la ciudadanía».
Los firmantes exigen «su puesta en libertad de forma inmediata» en un claro ataque a la independencia judicial que hace sólo unos meses dictó sentencia por unos hechos que fueron juzgados por el máximo tribunal de nuestro país.
Preocupación en Moncloa
Las palabras de ayer del vicepresidente segundo le costaron una reprimenda por parte del presidente, Pedro Sánchez, durante el almuerzo semanal que mantuvieron en el Palacio de La Moncloa. Al entorno de Sánchez le preocupan este tipo de manifestaciones del número tres del Ejecutivo que echan por tierra todo el trabajo que ha hecho durante muchos años el Gobierno a nivel internacional.
La opinión de Iglesias sobre lo que ocurrió en Cataluña en octubre de 2017 es lo que en su día llevó al presidente a decir que «no dormiría tranquilo con ministros de Podemos en el Gobierno». Se refería a estas salidas de tono que pusieran en cuestión el papel del Estado. En el complejo presidencial no tolerarán este tipo de manifestaciones que consideran «una línea roja» para un miembro del Gobierno.
Visitas a la cárcel
Desde que ingresaron en prisión, el líder de Podemos ha visitado en varias ocasiones a Sánchez y Cuixart, tanto en Soto del Real (Madrid) como posteriormente en la prisión barcelonesa de Lledoners. Hace un año y medio, el ahora vicepresidente también se desplazó hasta la cárcel catalana para negociar con el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, el proyecto de presupuestos que los podemitas diseñaron conjuntamente con el PSOE, pese a no estar en el Gobierno.
La posibilidad de que vuelva a la prisión a visitar a alguno de los condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre es una cuestión que preocupa también, y mucho, al núcleo duro de Moncloa. La visita de un miembro del Ejecutivo a personas condenadas por desafiar el estado de derecho daría más alas el Govern de Quim Torra, en su argumentario internacional, de que no hicieron nada al margen de la legalidad en su aspiración por romper España.
Negociar con Puigdemont
Ayer, el vicepresidente segundo, además de defender que Jordi Sánchez y Jordi Cuixart «son unos demócratas», se manifestó favorablemente a negociar con el fugado Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat. Iglesias justificó su disposición a hablar y negociar con el golpista afirmando que «representa a una parte muy importante de votantes catalanes».