Pitos y abucheos contra el alcalde de Bildu en Pamplona en una procesión de San Fermín
Joseba Asirón, el alcalde de EH Bildu en Pamplona que llegó al cargo gracias a la moción de censura contra UPN y con los votos del PSOE, ha sido recibido en las calles de la ciudad con una sonora pitada y con gritos de «¡Fuera, fuera!» por parte de ciudadanos que se encontraban presenciando una procesión de San Fermín. También hay malestar porque se ausentó de una tradicional misa.
El incidente se ha producido cerca de la Iglesia de San Lorenzo, cuando el alcalde pasaba por delante de un grupo de ciudadanos durante una procesión por el día grande San Fermín. A Asirón, visiblemente molesto pero manteniendo una sonrisa forzada, ha asentido con la cabeza mientras a escasos metros le increpaban e incluso le hacían cortes de manga. Asirón va vestido de frac y con sombrero de copa en las imágenes.
Además, Asirón, mostrando una clara falta de respeto al cargo que ocupa, abandonó la representación de la ciudad en el acto más importante al que asiste en cuerpo de ciudad desde tiempos inmemoriales.
Al finalizar la procesión del santo por las calles de Pamplona en el día grande de las fiestas de San Fermín, el alcalde salió de la Iglesia de San Lorenzo, ausentándose de la misa celebrada por el Arzobispo de Pamplona y Tudela, Florencio Roselló.
Algunos de los ediles se han escaqueado por la puerta de la sacristía lateral y otros por la puerta principal ante las quejas y los reproches de muchos ciudadanos que han presenciado «la jugada».
Asirón instauró esta novedad de dejar sólo al Santo y a más de media Pamplona durante su anterior mandato entre 2015 y 2019. Al terminar la procesión, el alcalde se marchaba -dicen- a almorzar, con su cuadrilla para participar después en el regreso del cabildo a la catedral y pasearse por la calle Curia mientras los abertzales radicales que le apoyan escupían, empujaban, insultaban y agredían a los concejales de UPN.
Exaltación proetarra
El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (EH Bildu), modificó esta semana el bando municipal que prohibía las pancartas gigantes en el interior de la plaza del Ayuntamiento de Pamplona durante el Chupinazo de San Fermín.
Esta medida, que había estado vigente en años anteriores también por motivos de seguridad, impedía a los radicales de la izquierda abertzale, socios del Partido Socialista de Navarra, introducir grandes telas o pancartas con lemas políticos.
Sin embargo, tras la llegada de EH Bildu al poder de la mano del PSN, Asirón se propuso recuperar el espacio de impunidad para los radicales que apoyan a los terroristas y que buscan la humillación de las víctimas de terrorismo.
En la mañana del 6 de julio, minutos antes del Chupinazo, varios grupos de radicales vascos accedieron a la plaza del Ayuntamiento de Pamplona con varias pancartas de Etxera, lema que pedía la salida de las cárceles de los asesinos de ETA, así como otras grandes pancartas, todas ellas con eslóganes de la izquierda abertzale.