España en llamas

Piquetes de las brigadas forestales del Estado sabotean la extinción en plena ola de incendios

La Comunidad de Madrid ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil: estos sabotajes ponen en riesgo a miles de personas

La agresiva huelga de las brigadas de Tragsa coincide con la dramática ola de incendios forestales

incendios
La huelga de las brigadas de Tragsa coincide con la devastadora ola de incendios.
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Las autoridades de la Comunidad de Madrid han detectado sabotajes en bases de extinción de incendios forestales, en medios técnicos y de despliegue que son esenciales para dar una respuesta urgente y eficaz en la contención y extinción de fuegos. Según los datos recabados por el Ejecutivo autonómico madrileño, esos sabotajes han sido llevados a cabo por piquetes huelguistas de las brigadas forestales de la empresa pública estatal Tragsa. Y están teniendo lugar en un momento crítico, coincidiendo con la devastadora ola de incendios que afecta a múltiples puntos de la geografía española. A las 17:00 horas de este domingo todavía estaban inoperativas las bases de Cercedilla, Puebla y Moralzarzal, en la Comunidad de Madrid.

Todo esto ocurre en un momento crítico. Este domingo había activos en toda España una decena de incendios forestales, varios de ellos de gran calibre y especialmente devastadores.

Además de impedir el acceso a esas bases, se han manipulado equipos, hasta el punto de llegar a anular uno de los helicópteros contra incendios. Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil. «No sólo dañan el patrimonio de la Comunidad de Madrid, sino, lo que es más grave, se llevan a cabo en época de alto riesgo de incendio comprometiendo el dispositivo de extinción, suponiendo un riesgo para el medioambiente y para las vidas de los madrileños, alterando a su vez elementos tan críticos incluso para la seguridad del personal actuante como un helicóptero», ha indicado el Gobierno regional madrileño.

Los sindicatos de las brigadas forestales de Tragsa mantienen una huelga que comenzó el 15 de julio y que se prolongará hasta el 15 de agosto. Han puesto en pie de guerra al personal del sector de la prevención y extinción de incendios. Y, como mínimo en la Comunidad de Madrid, a la huelga oficial se le han añadido acciones de sabotaje que ha denunciado el Gobierno de Ayuso.

Según ha destapado el Ejecutivo regional, «se han producido daños importantes en 16 bases del dispositivo, lo que ha producido que a las 14:00 horas de este domiingo todavía hubiera 9 recursos inoperativos por no poder acceder ni a los vehículos ni a la ropa del personal».

Las mismas fuentes han detallado que «los daños han consistido en colocar pitones en las puertas exteriores de los recintos para dificultar el acceso a los mismos, así como la inutilización de las cerraduras de acceso a los edificios que sirven como base a dichos recursos».

En el caso de la brigada helitransportada de Valdemorillo se ha comprobado que «el helicóptero situado en dicha base (de la empresa Pegasus) había sido manipulado, de modo que ha pasado a estar inoperativo (clave 0) mientras se realizan las pruebas que permitan confirmar que el aparato funciona correctamente». Además, se han lanzado piedras a la superficie del helipuerto para entorpecer las operaciones de aterrizaje y despegue.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha indicado que tanto la Dirección General de Emergencias como responsables de Tragsa están actuando «con celeridad para poder reparar los daños de cara a permitir que los recursos recobren su grado de operatividad». Pero las tareas no están resultando sencillas. Como botón de muestra, la base de Cercedilla, en la que horas después de producirse los sabotajes aún no había sido posible corregir la inutilización de la cerradura.

Estos hechos han sido denunciados a la Guardia Civil puesto que no solo dañan el patrimonio de la Comunidad de Madrid, sino lo que es más grave se llevan a cabo en época de alto riesgo de incendio comprometiendo el dispositivo de extinción, suponiendo un riesgo para el medioambiente y la vidas de los madrileños, a su vez, alterando elementos tan críticos incluso para la seguridad del personal actuante como un helicóptero.

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