Sánchez purgará la dirección del PSOE en julio: Lastra, Sicilia y Santos Cerdán en línea de salida

Pedro Sánchez
Lastra, Sicilia y Cerdán, en la cuerda floja.
Joan Guirado

Se trata de provocar “una sacudida” tras la debacle sufrida en las elecciones andaluzas del pasado domingo. “Poner el partido a punto de cara a las municipales, autonómicas y generales del año que viene”, subrayan en el entorno del presidente Pedro Sánchez. El líder socialista convocará el Comité Federal del PSOE a finales de julio, tal como le reclamaban los barones. Pero no para reflexionar, sino para cortar cabezas.

Hay tres dirigentes que tienen todas las papeletas para ser relevados: Adriana Lastra -a quien todos señalaban ya el martes-, Santos Cerdán y Felipe Sicilia. Las pugnas por el control de la organización y la futura sucesión de Sánchez, entre Lastra y Cerdán, “han acabado con su paciencia” según indican colaboradores cercanos al presidente. Se trata de un escenario similar al de julio del año pasado que acabó con el cese de José Luis Ábalos, Carmen Calvo e Iván Redondo. En el caso de Sicilia se le considera “inoperante” y, además, era cuota Lastra.

Si bien estos son los nombres que están en la casilla de salida, junto al de los portavoces en el Congreso y en el Senado, Héctor Gómez y Eva Granados, cuyo puesto también está en entredicho, hay otros que están esperando en la banqueta para hacer el relevo. Fuentes cercanas a Pedro Sánchez señalan a uno de los barones que más crítico había sido con él, hasta que lo metió en su equipo, como uno de los nuevos hombres fuertes de Ferraz: Guillermo Fernández Vara. Con este movimiento el líder socialista buscaría empujar al presidente de Extremadura de cara a la reelección.

Otros dos nombres que suenan con fuerza en esta nueva etapa del Partido Socialista son dos viejos conocidos de las plantas nobles de la sede del PSOE y que, hasta hace bien poco, ni tan siquiera se hablaban con Pedro Sánchez. Óscar López, su jefe de gabinete, y Antonio Hernando, adjunto a este, preparan su desembarco de nuevo en el número 70 de la calle Ferraz de Madrid, para volver a pilotar la estrategia de la organización, como ya hicieron con Alfredo Pérez Rubalcaba.

López, una de las personas que más hablan a día de hoy con el presidente, es el que más está agitando la rebelión interna contra los actuales dirigentes del partido. El director del gabinete de la presidencia, que anteriormente fue portavoz parlamentario en el Senado, descarga toda la responsabilidad de lo que ocurrió en Andalucía y del desánimo que hay en la formación en los números dos y tres del PSOE, Adriana Lastra y Santos Cerdán.

Además de Vara, López y Hernando, en el entorno del secretario general socialista no descartan tampoco el retorno a Ferraz del que ostentó el cargo de portavoz -y que casi nunca actuó como tal- Óscar Puente. El alcalde de Valladolid, según varias fuentes contrastadas, mantiene una relación muy cercana con Sánchez, pese a lo que se había dado a entender. Puente era uno de los pocos que conocían con detalle la crisis de gobierno del año pasado.

Tiempos

Todo se producirá “antes de irse de vacaciones”. A finales de julio. Los plazos que maneja Pedro Sánchez para provocar esta catarsis en el PSOE tienen en cuenta la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid, prevista para esta semana que viene, y el Debate del Estado de la Nación, que se celebrará a mediados del mes de julio. El hecho de centrarse en esta renovación en el partido, cuando la actual dirección no hace ni un año que fue elegida en el 40 congreso de Valencia, hará que la eventual crisis de Gobierno que planeaba no se produzca hasta después del verano.

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