Sánchez negocia ya con ERC el respaldo del Senado a la entrada de vocales en el CGPJ
Pedro Sánchez quiere apuntalar cuanto antes los apoyos a la investidura -por voto a favor o abstención-. El equipo del presidente del Gobierno en funciones negocia ya con ERC una de las cuestiones que más ansían los independentistas: su posibilidad de interferir en las decisiones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El PSOE está dispuesto a renovar desde el Senado 10 puestos de vocal del Poder Judicial. Entre ellos, los hombres de Sánchez quieren hacer hueco a vocales de ERC para que puedan influir ya en la futura reforma del Consejo, con visos a fraccionarlo e ir regalando el control de los jueces en Cataluña y País Vasco a las formaciones separatistas.
Sánchez sigue su ritmo negociador y de cesiones en búsqueda de apoyos para su investidura presidencial. ERC es una pieza clave en ese esquema, por mucho que su protagonismo parezca menor. Sus 15 escaños pueden resultar decisivos por el efecto de bajada del umbral de mayoría provocado por su abstención. Y eso es lo que Sánchez quiere apuntalar.
El PSOE quiere garantías de que esos 15 diputados se sitúan, al menos, en la abstención y Esquerra quiere poder sobre la capa judicial para poder decidir, por ejemplo, sobre la aplicación de las penas una vez estén en prisión los golpistas del 1-O, entre ellos su jefe Oriol Junqueras. Y ese cruce de intereses ha provocado ya un cruce de negociaciones.
El proyecto de ZP
Pedro Sánchez quiere avanzar en el proyecto del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero de fraccionar el Poder Judicial para entregar a la Generalitat el control de los jueces en Cataluña. Y, como prueba de buena voluntad en esta dirección, el PSOE quiere que ERC entre cuanto antes en el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial).
La entrada de ERC en el Poder Judicial, además, no sólo sería un gesto más que emblemático hacia los independentistas por parte del PSOE. Además, permitiría ir trabajando en la dirección final que buscan ERC y los socialistas: la de fraccionar el Poder Judicial tal y como planteó en su momento la reforma estatutaria de Rodríguez Zapatero y frenó en seco el Tribunal Constitucional. Esa dirección pretende abordar una de las cesiones más ansiadas por los separatistas: la del control del Consejo General del Poder Judicial dentro de su territorio.
Esta entrega exigiría una reforma de la legislación del Poder Judicial y debería sortear un grave problema: el hecho de que el fraccionamiento del Poder Judicial nacional ya ha sido rechazado por el Tribunal Constitucional. Y precisamente ahí empezaría a jugar un papel importante la entrada de ERC en el CGPJ: este organismo tiene que informar sobre esa reforma y lo haría ya con la influencia de los separatistas.
El esquema base que se pretende tomar como punto de partida en esa cesión de poder judicial a las autonomías con Gobiernos separatistas es el que se ha planteado ya entre el PNV y el PSOE en el marco del nuevo Estatuto Vasco. Allí los socialistas han comunicado ya su disposición a negociar la creación de un «Consejo de Justicia de Euskadi”, un camuflaje que permita empezar a arrebatar competencias únicas del CGPJ nacional.