Investidura Pedro Sánchez

Sánchez ignora durante más de un mes la petición del Rey de negociar la investidura

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, no se reunirá con los partidos que pueden apoyar su investidura hasta la primera semana de septiembre.

Rey
El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la entrada del Palacio de Marivent (Palma).
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tiene prisa por iniciar las negociaciones para su investidura. A un mes de la disolución anticipada de las Cortes, y la convocatoria de elecciones, el líder socialista no prevé en el horizonte ningún contacto con el resto de partidos. Pese a que lo anunciado era que a la vuelta de sus vacaciones se reuniese con sus potenciales ‘socios’, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, comunicó este viernes que no lo hará en la próxima semana. Ignora así el propio deseo del Rey que, tras la investidura fallida, instó a los partidos a buscar un acuerdo.

Sánchez dejará así, una vez más, que el tiempo corra. El apoyo de PNV, Partido Regionalista de Cantabria, independentistas y Podemos es imprescindible para que pueda mantenerse en La Moncloa. Pero el potencial candidato no tiene intención de citarlos, al menos, hasta la primera semana de septiembre. Los siguientes días los dedicará a mantener encuentros con representantes de asociaciones y de la sociedad civil, con el fin de conformar un programa de «Gobierno progresista» que luego presentará a esas formaciones.

Parón por vacaciones

Sánchez interrumpió esos contactos el viernes 9 de agosto para disfrutar de un tiempo de descanso en el Palacio de Las Marismillas (Doñana, Huelva). El socialista no alteró esos planes pese a que, durante estos días, se han registrado las mayores crisis del verano, los incendios de Canarias y el ‘Open Arms’. Regresó el miércoles a La Moncloa, y el jueves se trasladó a las islas para conocer in situ las consecuencias de los fuegos. Este viernes, presidió la reunión del Consejo de Ministros y despidió a la Selección española de baloncesto, antes del Mundial de China. El fin de semana acudirá, como invitado, a la cena de los líderes del G-7 en Biarritz.

Precisamente, la intención inicial, antes de las vacaciones, era aprovechar ese viaje y la proximidad a Bilbao para reunirse con el PNV. Pero la portavoz Celaá excusó que no se producirían aún esas reuniones porque el presidente quiere «consolidar» antes «un proyecto político programático», lo que supone «esperar» a principios de septiembre y luego planificar esas citas. «Es el presidente quien marca los tiempos», destacó.

El Rey urgió a un acuerdo

Desde el pasado 25 de julio, cuando constató su fracaso en el Congreso, Sánchez no ha llevado a cabo ningún movimiento para una investidura exitosa.

Un día después de la votación fallida, el Rey trasladó a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, su decisión de «no iniciar, por el momento» una nueva ronda de consultas con los grupos políticos, a fin de que los partidos pudiesen llegar antes a un acuerdo.

En un comunicado, Felipe VI expresaba su deseo de que «las formaciones políticas puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren conveniente a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución», que regula el mecanismo de la investidura.

Con esa decisión, el monarca daba un margen de tiempo para que las formaciones se pusiesen en acción, en vistas a evitar la parálisis política.

A principios de este mes, ya desde Marivent (Palma), el Rey urgió de nuevo a los partidos a hacer un esfuerzo para encontrar «una solución» que evitase elecciones. Evidentemente, la alusión no iba referida a ningún partido concreto, aunque por lógica es a Sánchez a quien corresponde hacer el primer movimiento, como potencial candidato. Él mismo y su partido se han encargado de repetir que «no existe alternativa» a un Gobierno socialista.

Felipe VI se confesó «pendiente de la situación política» a través de los medios de comunicación y expresó, rotundo: «Esperemos que haya un margen para que los partidos políticos que tienen la confianza de los electores puedan encontrar una solución de gobierno, y si no la encuentran también hay una solución dentro de las previsiones constitucionales». El Rey consideró que «es mejor encontrar una solución antes de ir a unas elecciones» aunque admitió que «la previsión constitucional permite esa posibilidad». También reveló estar en contacto «permanente» con Batet porque «en cualquier momento dentro de los dos meses previstos puede haber noticia».

Al menos en el corto plazo, no la habrá. La presidenta del Congreso debe comunicar al Rey si las formaciones están en disposición de acudir a Zarzuela a comunicar su voto. El monarca quiere evitar verse en la coyuntura de proponer a un candidato que no cuente con los apoyos asegurados. Sánchez, por su parte, también expresó su intención de no someterse a la investidura sin respaldo asegurado.

El calendario

Antes de la disolución de las Cortes, los tiempos son comprimidos. Para que un candidato pueda ser investido antes del 23 de septiembre, el pleno en el Congreso habría de celebrarse la semana del 16 al 22. Siguiendo el reglamento, serían tres sesiones si el aspirante no logra la mayoría absoluta en la primera votación.

Para que las sesiones se celebren esos días, tendrían que convocarse, al menos, la semana anterior. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, debería valorar la fecha con el candidato en cuestión y comunicarla a los grupos, lo que exige de cierta previsión para la organización de los diputados. Cabe recordar que la investidura fallida -que comenzó el 22 de julio- se convocó 20 días antes. 

Y antes de fijar el día, el Rey tendría que proponer a un candidato tras una ronda de consultas con los representantes de las distintas formaciones. El monarca empleó dos días en reunirse el pasado junio con los 15 grupos con representación parlamentaria.

Fuentes de la Casa del Rey afirmaron a OKDIARIO que la ronda de consultas se «ajustará» en el momento que el monarca considere y que, hasta entonces, la agenda se mantendrá según lo previsto.

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