PDeCAT y ERC plantean el nombre de Turull como president y Puigdemont monta en cólera
PDeCAT y ERC han intentado desbloquear la gobernabilidad de Cataluña por medio de un nuevo candidato a la Presidencia de la Generalitat: Jordi Turull. Pero las chispas no han tardado en saltar. Porque los seguidores de Carles Puigdemont no han tardado en amenazar con no votarle y frustrar de este modo el intento.
Jordi Turull se encuentra en estos momentos en libertad condicional. Y todas las formaciones golpistas saben que cuenta con todas las probabilidades será inhabilitado para cargo público en breve y condenado por formar parte del Comité Estratégico del golpe del 1-O. Pero, pese a que se trataría de una opción evidentemente temporal, el intento pasaba por desbloquear la actual situación y conseguir que, por lo menos, se pudiese ganar tiempo hasta esa decisión judicial pero fuera ya del ámbito exclusivo de respaldo a Puigdemont.
La opción no fue bien vista por la gente de ERC, consciente de que la obstinación de Puigdemont esconde realmente el deseo del fugado ex presidente de volver a llevar a Cataluña a unas nuevas elecciones. Y ERC sabe que, en ese escenario, el golpe electoral de su partido puede ser notable. Especialmente ante la completa atracción de los focos mediáticos por parte de Puigdemont y la falta de carisma de la designada por Oriol Junqueras como candidata de ERC, Marta Rovira.
El intento supondría, de este modo, una victoria indirecta para los constitucionalistas. Y es que equivaldría de facto al abandono por los separatistas de la figura de Puigdemont y, por lo tanto, la asunción de la legitimidad de las decisiones judiciales.
Tensión en el bloque separatista
La tensión crece en el bloque separatista. Y es que los viejos espadas de Convergencia y los actuales de PDeCAT se han cansado de una situación que lleva al sinsentido de de querer tener como presidente autonómico a alguien que nunca va a poder serlo porque desde Bruselas no podrá serlo por decisión judicial y, si llega a España, no podrá serlo por lo mismo, más por la correspondiente prisión.
Los protagonistas de este alejamiento de Puigdemont han sido sus antiguos compañeros Jordi Turull, Josep Rull, Marta Pascal y David Bonvehí. No comparten la estrategia, ni el abismo al que les lanza el plan del ex presidente fugado. Y todos ellos han mostrado interna –y externamente– sus discrepancias con Puigdemont. El alejamiento frente al fugado ex presidente es tal que, de hecho, ha conseguido cerrar las heridas abiertas en el pasado entre Turull y Pascal.
Hay que tener en cuenta dos de estas figuras dentro de PDeCAT: Jordi Turull y Josep Rull. Ambos se encuentran en una posición penal muy delicada y su libertad condicional y trato penitenciario futuro les convierte en figuras vulnerables dentro del separatismo. Vulnerables y proclives a la traición a un fugado que, por otra parte, no les avisó de que se escapaba a Bélgica.
El otro eje clave es ERC. Oriol Junqueras se encuentra en prisión incondicional. Pero, por debajo suyo, no hay más presos de su formación política. Y ello, pese a que la lista de imputados es larga y nutrida de compañeros de formación, e incluye a personas de gran protagonismo como la propia sucesora y secretaria general de ERC, Marta Rovira –también en peligro de cárcel–.
Es decir, que tampoco les interesa tensar más cuerda con la Justicia y, de paso, con el Estado entero.