Los padres de Nadia impidieron que médicos de la Seguridad Social examinaran a la niña
Los padres de la pequeña Nadia se negaron en multitud de ocasiones a que los médicos de la Seguridad Social de la Seu d’Urgell examinaran a la menor. Según han confirmado los doctores a los Mossos D’Esquadra, cuando los progenitores llevaban al Centro de Salud de la localidad a la pequeña – siempre «para contingencias comunes»- les insistían en hacer un examen más exhaustivo de la niña, dada su enfermedad, a lo que los padres siempre respondieron con una negativa.
Así consta en el auto del juez del pasado viernes, donde el magistrado solo encuentra dos justificaciones para tal comportamiento: que la niña no sufra Tricotiodistrofia o que no estuviera recibiendo el tratamiento para el que se hacían los donativos.
«En apoyo de dichas tesis, los testimonios de diversos médicos del entorno de la menor, los cuales aseguran no haber atendido a la menor salvo para contingencias comunes, así como ponen el acento en la reticencia de los progenitores en que estos profesionales atendieran a la menor. En este sentido, obran en autos las declaraciones de los doctores. Entienden los investigadores, y no sin falta de razón, que dicho comportamiento podría pretender ocultar dos realidades. O bien la niña no sufre la enfermedad en cuestión, o bien la menor no estaría recibiendo el tratamiento para el que los padres recaudan dinero».
Este es uno de los motivos, sumado a la presunta estafa, por los que finalmente el juez instructor del caso, Ignacio Risueño, decidió la retirada de la patria potestad de Nadia a los dos progenitores. Muy duro en el escrito, el magistrado asegura tras la declaración de la madre que «parece que esta carece de las aptitudes necesarias para el cuidado de la menor», además de señalar la «recomendable salida urgente del ámbito en que se encuentra la niña».
Del mismo modo, el juez eleva a categoría de «víctima» a la pequeña Nadia y expone que esta podría haber alcanzado esta condición en el presente procedimiento, al haber podido sufrir lesiones psíquicas (e incluso físicas si no recibió el tratamiento pertinente)».
Respuesta exculpatoria
La madre de Nadia, Marga Garau, en su declaración en el juzgado el pasado viernes, mantuvo su estrategia de desconocer los viajes, operaciones o tratamientos de su hija. Durante el interrogatorio, tal como afirma el juez en el auto «la investigada aseguró desconocer los hechos y fiarse al pie de la letra de las explicaciones ofrecidas por su marido» y subraya que «la aparente consistencia de sus respuestas, se desvaneció a lo largo del interrogatorio».
En este sentido el magistrado recoge en su escrito que Garau «manifestó que en ningún momento se preocupó porque su hija viajara a un país en guerra (Afganistán) ya que desconocía la situación de aquel país. O que su hija dispusiera de pasaporte para viajar. Que en ningún momento le pareció sospechoso que después de pasar quince días en hospitales de Houston, volvieran sin papeles médicos. Tampoco le pareció sospechoso, que no recetaran a su hija medicina alguna, o que después de someterse a operaciones no tuviera ninguna cicatriz o señal de haber sido intervenida».
Asimismo, continúa el auto, «la investigada, aseguró que no acompañaba a su marido e hija a los tratamientos, ya que no soportaba ver a su hija recibiendo los mismos», por lo que el instructor considera «que la investigada manifestó que no acudía a los tratamientos ficticios, precisamente porque no existían, y con ello, conseguía una respuesta exculpatoria».
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