El pacto de ERC y Junts incluye la exigencia a Sánchez de un urgente sablazo fiscal a Madrid

Isabel Díaz Ayuso Pedro Sánchez
Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

Junts y ERC han incluido un punto de exigencia común a Pedro Sánchez en su pacto de Gobierno de la Generalitat catana. Uno que no se hará público, pero que ha sido debatido y comunicado ya al PSOE: el de aplicar de forma urgente la denominada «armonización fiscal» especialmente en Madrid. Es decir, en el que reclaman al Gobierno que propine su sablazo fiscal a la comunidad que gobierna Isabel Díaz Ayuso de forma urgente con una subida de impuestos.

Pese a las declaraciones del PSOE, lo cierto es que el pacto entre las dos formaciones separatistas ha contado con cierto respaldo de los socialistas. Los de Salvador Illa y Pedro Sánchez no querían una repetición electoral en Cataluña ante la evidencia de que no variaría la ecuación final de gobernabilidad y de que las posibilidades del PSOE de perder escaños en una nueva convocatoria de urnas eran notables. Y un retroceso electoral en Cataluña, sumado al desastre cosechado por los socialistas el pasado 4M en Madrid, habría supuesto un nuevo paso hacia una crisis del PSOE a nivel nacional.

Por ello, los socialistas han aceptado mediar y garantizar determinadas medidas de apoyo siempre que las dos formaciones se comprometan, la primera -ERC- a mantener el apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, y la segunda -Junts- a no generar excesivos problemas por la vía unilateral y a negociar con Moncloa los avances hacia el separatismo que evidentemente se producirán en la nueva legislatura catalana.

Uno de los compromisos alcanzados por el Gobierno de Sánchez ha sido el de dar respuesta a una reivindicación tradicional ya entre los separatistas catalanes: la de que se aplique una potente subida de impuestos a Madrid con el fin de evitar, según su creencia, la fuga de empresas de Cataluña con destino a la comunidad de Isabel Díaz Ayuso. Y, sí, efectivamente, esa medida podría frenar la llegada a Madrid de empresas catalanas, pero no su salida con destino a cualquier otra plaza fiscalmente menos dañina ante la evidencia de que el sistema impositivo de Cataluña ha convertido ese territorio en un infierno fiscal y de inseguridad jurídica.

Presupuestos Generales del Estado

El compromiso de Sánchez retoma, de ese modo, el pacto alcanzado con ERC en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, cuando el presidente aceptó respaldar el inicio de la “armonización fiscal” arrebatando a Madrid su capacidad constitucional para bajar impuestos.

El nuevo Govern pactado por ERC y JCAT consta de 14 consejerías repartidas al 50% entre los dos socios. ERC gestionará las carteras de Presidencia (macrodepartamento con Función Pública, Mundo Local, Renta Básica Universal, Relaciones Institucionales y Deportes), Interior, Educación, Empresa y Trabajo, Feminismo e Igualdad, Acción Climática y Cultura.

JxCAT tendrá en sus manos la Vicepresidencia y Economía y Hacienda, Salud, Políticas Digitales e Infraestructuras, Investigación y Universidades, Justicia y Derechos Sociales. Desde la Presidencia de ERC y el Departamento de Economía y Hacienda de Junts se dará paso a exigir esa subida de impuestos a Madrid.

Y el PSOE, que ya cuenta con la misma intención, no tendrá ningún problema en intentar tramitarlo. El plan socialista para los impuestos autonómicos pasa por impedir el alto grado de rebajas de impuestos que han practicado algunas de las comunidades del PP. Y como máximo exponente la Comunidad de Madrid.

Sánchez quiere impedir llevar casi hasta cero impuestos como Sucesiones, Donaciones y Patrimonio. Eso supone un fuerte golpe teledirigido a la forma de hacer política de los populares. El PSOE lo vende como una “armonización fiscal”. Pero lo cierto es que es simplemente un mecanismo para extraer recursos de las comunidades gobernadas por el PP para enviarlos a otros territorios. Por ejemplo, Cataluña, donde las promesas de Pedro Sánchez necesitan encontrar una vía de financiación.

Si se produjera esa supuesta armonización fiscal, tal y como está planteando el Gobierno de Pedro Sánchez, se traduciría para las regiones con menores impuestos, y en concreto para los madrileños en una subida masiva de impuestos. En total, los contribuyentes de la Comunidad de Madrid tendrían que hacer frente a una subida fiscal de 5.900 millones de euros anuales si se igualase, por ejemplo, a la fiscalidad de Asturias, donde ha gobernado tradicionalmente el PSOE.

Esto afectaría prácticamente a todos los impuestos de competencia autonómica, como el tramo cedido a las autonomías en el IRPF, el Impuesto de Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD).

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