Los okupas acusan a Carmena de colaborar con un «régimen genocida»
Los colectivos okupas de Madrid, encabezados por el Patio Maravillas, cargan de manera muy dura contra la alcaldesa Manuela Carmena. Después de que Ahora Madrid regularizara la okupación en 87 viviendas de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) impidiendo acceder a los pisos a la gente necesitada que estaba en lista de espera, los okupas protestan porque nos han sido favorecidos por parte del Consistorio con el palacete de Alberto Aguilera.
Carmena anunció que dicho palacete de titularidad municipal se destinaría a la Casa de México, algo que hizo estallar a los okupas. Contaban con que sería para el Patio Maravillas y todos sus colectivos satélite. Ahora cargan de forma muy dura contra el Ayuntamiento por colaborar con el país latino que, dicen, «financia narcotraficantes y asesinos legalizados».
La mecha la ha encendido la Casa Okupa La Osa Morada y tras ello, multitud de colectivos se han sumado en redes sociales. Dicen que la decisión de Carmena supone que «el gobierno mexicano monte su propaganda allí».
«Carmena entérate: en México hay un genocidio y su gobierno tiene las manos manchadas de sangre», afirman los okupas. Dicen que no se puede colaborar con ese país cuyo gobierno, aseguran, ha hecho «desaparecer 30.000 personas».
Con una dura retórica dicen: «Carmena entérate: ese edificio abandonado por las instituciones desde hace más de 10 años, ha sido solicitado por sus verdaderos propietarios, el pueblo de Madrid». Insisten en que «vía colectivos sociales y asociaciones de vecinos» quieren darle «un uso vecinal, participativo y democrático».
Concluyen repitiendo que «Carmena entérate, Madrid no es tu cortijo, deja de jugar con el simulacro de la participación ciudadana para, en lugar de escuchar a la gente, hacer regalos a estados criminales con nuestro patrimonio».
Oye, @ManuelaCarmena, ¿dar voz a la gente consiste en financiar narcotraficantes y asesinos legalizados? Muy bien 👏 pic.twitter.com/gj40RFcJuJ
— Coor Vivienda Madrid (@AlertaDesahucio) September 28, 2016
Los ánimos del colectivo okupa –de los han formado parte varios ediles de Carmena– están tan encendidos que han llegado a acusar directamente a los propios concejales de Ahora Madrid. El concejal encargado del distrito centro, Jorge García Castaño, ha sido el que se ha llevado la peor parte.
En pintadas asegura que es un «chivato», le agradecen de forma irónica lo que consideran una traición. «García Castaño entérate, por mucho que intentes bloquearnos seguiremos adelante, somos los barrios rebeldes que moverán tu sillón». La incredulidad de un concejal que comparte ideología le ha llevado a decir «no entiendo, hablamos en privado que no me entero».
Hola @jorgegcastano, chivato hipócrita.
Las vecinas de Chamberí y Centro te señalan.
La @OsaMorada defiende los barrios.
1mer zarpazo. pic.twitter.com/HB06EEbzF3— La Osa Morada (@OsaMorada) September 24, 2016
Bloqueo a la lista de espera de la EMVS
Esta situación con el Palacete de Alberto Aguilera se produce días después del Pleno que regularizó «la patada en la puerta». Tal como denuncian colectivos de vecinos de la capital, hay cientos de familias en lista de espera en la EMVS que están siendo perjudicados.
Están contactando con afectados para estudiar la situación y pedir explicaciones al consistorio. Los votos favorables de Ahora Madrid, PSOE y C’s, con el rechazo del PP, han sacado adelante la modificación del reglamento de la EMVS. «El mejor posible hasta que el nuevo sea aprobado en verano», ha explicado la presidenta de la empresa, Marta Higueras. Contiene una modificación sobre el de 2012 que apuesta por el alquiler, no por la compra, que eleva la categoría de joven de 30 a 35 años y que incorpora un proceso excepcional con requisitos marcados para personas que hayan recurrido a la okupación.
87 pisos usurpados que cuentan con condenas, pero que estando okupando desde antes del 1 de enero de 2016, tendrán vía libre para quedarse en este alquiler saltándose la lista de espera por la fuerza. Ahora Madrid dice que deben acreditar que han cumplido las normas de la comunidad, es decir, que no han sido vecinos conflictivos.