El objetivo de la ‘kale borroka’ que defiende Podemos: hacer destrozos en el exterior del Congreso
El objetivo de la ‘kale borroka’ en sus ataques callejeros en Madrid era llegar a dos puntos, cercarlos y ocasionar destrozos y vandalismo en ellos. El primero de los puntos era el Congreso de los Diputados. El segundo era la Puerta del Sol, el lugar en el que se encuentra el edificio de la Presidencia de la Comunidad de Madrid que gobierna Isabel Díaz Ayuso. Se trata de los mismos grupos violentos a los que ha alentado Podemos.
Fuentes policiales han confirmado a OKDIARIO que el operativo policial tuvo que cortar este pasado miércoles las rutas de los grupos que perpetraban terrorismo callejero porque su objetivo era alcanzar la sede de la soberanía nacional: el Congreso de los Diputados.
El material incautado a estos grupos de extrema izquierda apuntaba a un objetivo muy concreto: generar destrozos y actos vandálicos que dejasen su huella en la fachada del Congreso de los Diputados.
Pero no era la única meta de estos colectivos de ‘kale borroka’. El avance de los grupos y sus movimientos delató a ojos de la Policía que otro de los objetivos era alcanzar y acordonar la Puerta del Sol. Esta emblemática plaza de Madrid es la ubicación de la sede de la Presidencia del Gobierno autonómico. Del Gobierno que comanda Isabel Díaz Ayuso. Y, de nuevo, el hito que pretendían lograr los radicales era realizar destrozos y actos vandálicos en esta plaza y en la sede del Gobierno regional.
No era la única meta: otro objetivo era la sede de la Presidencia del Gobierno autonómico que comanda Díaz Ayuso
De cara a este sábado los radicales han vuelto a hacer un llamamiento al terrorismo callejero. Y la evidencia de los ataques perpetrados en toda España y en la propia capital de la nación ha llevado al Ministerio del Interior a ordenar un refuerzo de los equipos especializados en el control de disturbios. De este modo, a lo largo de este fin de semana la comunidad madrileña contará con 3 grupos diarios de UPR, dos por la mañana, 2 por la tarde y 2 por la noche. Cada uno de estos grupos está compuesto por 30 hombres, con lo que la dotación total por día rondará los 180 efectivos.
Esos grupos se verán reforzados por los popularmente conocidos como antidisturbios: las UIP. La dotación de estos grupos será la misma pero con unidades formadas por entre 40 y 50 hombres, con lo que los efectivos totales sumarán los 300 por día.
En resumen, los equipos de control del terrorismo callejero en Madrid a lo largo del fin de semana sumarán entre 480 y 500 efectivos por día. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de hecho, están preparadas para el fin de semana de violencia callejera que esperan por las concentraciones antisistema tras la detención del rapero Pablo Hasél, condenado por enaltecer a ETA. Las que más preocupan en estos momentos a la Policía son las citas que están previstas en Madrid capital, donde se espera que acudan integrantes y cabecillas de algunos de los grupos más violentos de la ultraizquierda. Las unidades antidisturbios de la Policía Nacional se reforzarán, aunque los agentes temen que se les siga enviando a trabajar con las mismas órdenes que hasta el momento: «Aguantar al máximo» antes de cargar contra los violentos. Una instrucción que ha soliviantado a los policías.
La orden que han recibido hasta el momento y en toda España las Unidades de Intervención Policial por parte de sus superiores pasan por mantener líneas de orden pero no actuar hasta que la situación sea verdaderamente grave y esté en peligro la integridad de los agentes. En la práctica, explican fuentes policiales a OKDIARIO, esto supone dar «carta blanca» a que los violentos produzcan enormes destrozos en las vías, que destruyan mobiliario urbano y dañen comercios.
Las instrucciones, según destacan las fuentes policiales contactadas por este diario, provienen directamente del Ministerio del Interior, cuyo ministro Fernando Grande-Marlaska ha condenado este viernes de forma tibia en el Congreso la violencia en las calles, al igual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que lo hizo en iguales términos, pero sin reproche alguno a Podemos. Los de Pablo Iglesias participan de la causa, han defendido abiertamente las concentraciones y no se han pronunciado sobre su agresividad. Es más, han arremetido contra la Policía por las cargas frente a quienes les lanzan adoquines, rompen escaparates e incendian -literalmente- las calles.
Los agentes han recibido estas órdenes con malestar, ya que explican que este tipo de actuaciones no proactivas son las que muchas veces provocan heridos entre sus filas. En condiciones normales, cuando los agentes detectan que los manifestantes están haciendo acopio de piedras o botellas para iniciar su lanzamiento, se lanza una carga hacia esa zona para dispersarles. Especialmente si los violentos están rompiendo las aceras para obtener adoquines que lanzar. Ese «aguantar al máximo», dicen, les deja vendidos en situaciones como esa. «Habrá heridos de los nuestros, sin duda», advierten.