Nuevo choque en la coalición: el PSOE vuelve a retrasar la ‘Ley Trans’ e irrita a Podemos
Nuevo desencuentro entre los socios de la coalición a cuenta de la tramitación de la Ley Trans. El PSOE solicitará este miércoles a la Mesa del Congreso una tercera y última prórroga para la presentación de enmiendas, que tiene previsto registrar el próximo lunes. Podemos había reclamado a los socialistas que no pidiesen un nuevo aplazamiento, ya que su intención es que la polémica norma esté lista antes de finales de año. El texto ha provocado grandes diferencias entre estos partidos.
Este mismo martes, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, emplazó públicamente a sus socios a no alargar más los plazos para desbloquear el proyecto, impulsado por el Ministerio de Igualdad, y poder a empezar la discusión del articulado. Desde el PSOE alegan que quieren reforzar la seguridad jurídica del texto. También manifiestan sus dudas sobre la equiparación de algunas violencias a la violencia de género que se produce contra las mujeres en el seno de una relación de pareja o ex pareja.
Pese a la presión de Podemos, el partido de Pedro Sánchez ha decidido pedir una semana más de plazo para presentar las enmiendas parciales, que acababa este miércoles. La Mesa del Congreso se reúne por la mañana para decidir sobre su ampliación y como también el PP y Vox la pedirán, todo apunta a que se aprobará.
Polémica
La ley ha generado una honda polémica al reconocer la «libre determinación de género» sin informes médicos ni tratamiento a partir de los 14 años y sin consentimiento de los padres ni limitación alguna a partir de los 16. Además, los menores de 12 años podrán cambiar de sexo en el registro. El Gobierno ha ignorado los informes críticos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Consejo de Estado. El máximo órgano de los jueces pidió limitar la «autodeterminación» de género a los mayores de edad y exigir autorización judicial entre los 12 y 17 años.
El Consejo de Estado, por su parte, sostuvo también que el cambio de sexo no se puede sostener «sobre la base de una decisión libérrima de la persona, no sujeta a condicionante alguno» y los menores deben someterse a la valoración de un juez, que compruebe su «madurez para comprender y evaluar las consecuencias de su decisión» y vele por «su interés superior».