Monedero a codazo limpio en la proclamación de Maduro para darle la mano al narcodictador
Gritos, aplausos, miradas y una sonrisa eterna: así vivió Monedero la toma de posesión del golpista Maduro
Nicolás Maduro ya es, por autoproclamación, presidente de Venezuela hasta 2031. Con un pucherazo más que probado y sin enseñar las actas, el narcodictador venezolano renovó su cargo el pasado viernes ante varios centenares de invitados, entre los que sólo había un español: el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero. El politólogo, con sonrisa de lado a lado, se encontraba en tercera fila en un anexo, tal y como captaron las cámaras de la retransmisión oficial, y no dudó en llamar a gritos la atención del dictador cuando este pasaba cerca de su sitio, contorsionándose para poder estrecharle la mano.
Pocas veces la hemeroteca ha captado a un Monedero más risueño que el que acudió como invitado al acto de consagración del pucherazo de uno de sus mayores referentes políticos. El metraje de la señal ofrecida por el Gobierno chavista le reserva un minuto y medio de tiro de cámara al ex fundador de Podemos, suficiente para comprobar que lucía extasiado. Son apenas 90 segundos de sonrisa incesante, que Monedero acompaña con ostensibles aspavientos, señas, gritos («¡Eh, eh!») y aplausos mientras busca -hasta con cierta desesperación- contacto visual con el dictador.
Monedero, que ya se había dejado ver en plena campaña electoral venezolana haciendo gala de unas cuando menos cuestionables dotes de bailarín, se empeñó en que el dictador chavista se percatase de su presencia. Y finalmente lo consiguió.
Cuando parecía que ya había perdido la esperanza y la mano de Maduro pasaba de largo, de pronto el dedo del sátrapa se eleva y le señala. Le saluda de lejos, pero Monedero no se conforma: se apoya en el hombro de un invitado de una fila superior, se contorsiona y se estira hasta que, por fin, logra estrecharle la mano a Maduro. El hombre que en 2013 le regó con más de 400.000 euros cuando Podemos estaba a punto de echar a andar.
Monedero fue el único representante español invitado al paripé chavista en el que Maduro juró solemnemente sobre la Constitución, mientras el régimen estrechaba la represión sobre la mal llamada «oposición» que sí ha demostrado documentalmente su victoria del pasado julio.
«Lucha armada»
El Nicolás Maduro más dictatorial y beligerante ha llegado tras su asalto al poder el pasado viernes con su toma de posesión como presidente ilegítimo de Venezuela. Los principales países mundiales se niegan a reconocerle y exigen que publique las actas electorales que probarían que el verdadero vencedor de los comicios del pasado julio de 2024 fue el líder opositor Edmundo González.
El narcodictador lejos de justificarse ante la presión internacional, se envalentona y ya llega a hablar de «lucha armada». «Venezuela se está preparando con Cuba y Nicaragua, junto con nuestros hermanos mayores del mundo, para, si algún día tenemos que tomar las armas, defender el derecho a la paz, el derecho a la soberanía y los derechos históricos de nuestra patria, dar la batalla y volver a ganarla, dar la batalla en la lucha armada y volver a ganarla».
Las palabras de Nicolás Maduro llegan después de que el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, pidiera desde la propia frontera una «intervención militar internacional» para Venezuela que consiga «desalojar a la dictadura». «Nosotros pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres», proclamaba.
El líder bolivariano le ha respondido tajante y llega a asegurar que estaría preparado para la guerra: «No nacimos el día de los cobardes ni de los pusilánimes, no somos líderes tibios, somos la revolución bolivariana del siglo XXI y que nadie se equivoque con Venezuela, que nadie se equivoque con nosotros porque si es por las buenas, por las buenas avanzaremos, y si es por las malas, por las malas también venceremos para que respeten».
Festival Internacional Antifascista
El dictador de Venezuela ha hecho estas declaraciones en la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, convocado por el chavismo. En él, ha vuelto a insistir en que «si se diera el caso» enfrentarán «el fascismo con las armas en la mano y con la lucha armada». Asimismo, llamó a la conformación de una «gran alianza mundial», como la que aseguró se conformó hace 80 años para avanzar en la derrota del «fascismo».
«Que nadie se engañe que ese escenario pudiera presentarse otra vez. 80 años después, toco la campana de la humanidad», sentenció, en alusión a la victoria de la extinta Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, advirtió «que nadie se equivoque con Venezuela».