Moncloa quita un céntimo al contrato de las piscinas de Sánchez en La Mareta para poder darlo a dedo
El Gobierno adjudica por 14.999,99 euros el contrato para poner a punto la residencia de vacaciones de Pedro Sánchez


El Gobierno ha adjudicado un contrato menor para poner a punto la piscina y el lago artificial del palacio de La Mareta, la residencia habitual de vacaciones del presidente del Gobierno y su familia, en Lanzarote. Pedro Sánchez acostumbra a elegir este destino para pasar unos días de relax en agosto. El Ejecutivo, a través del Ministerio de Presidencia, ha licitado este contrato por un importe de 14.999,99 euros. Es decir, un céntimo por debajo del umbral legal por el cual sería necesario convocar una licitación abierta. Se trata de una maniobra cada vez más habitual en la Administración para eludir la transparencia en la contratación. En estos casos, basta solicitar tres ofertas y proceder a una adjudicación directa. En muchas ocasiones, ni siquiera se solicitan.
La condición de «contrato menor» exime al Gobierno de hacer transparente toda la documentación relacionada con el expediente, como la memoria justificativa o los pliegos de prescripciones técnicas o administrativas. Las distintas administraciones suelen justificar el recurso de estos contratos en que permiten agilizar los procedimientos de contratación.
Piscina y lago a punto
Cercado por los casos de corrupción, Pedro Sánchez ya prepara sus vacaciones de verano, que le llevarán un año más -durante unos días- a la residencia de La Mareta, en Lanzarote, una de sus preferidas. El presidente socialista y su familia suelen repartir sus días de relax entre varios destinos, disfrutando de las residencias de Patrimonio Nacional y, especialmente en los últimos años, de algún lugar con más privacidad en el extranjero.
La Residencia Real de La Mareta fue utilizada durante varios años por la Familia Real tras recibirla como regalo del rey Hussein de Jordania, hasta que se la entregó a Patrimonio Nacional bajo el reinado de Felipe VI.
Desde su llegada al cargo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha acometido distintas reformas en esta residencia. Por ejemplo, en 2020 encargó una obra para instalar unos paneles opacos en la zona de la piscina y canchas de baloncesto para hacer imposible la visibilidad desde cualquier punto del exterior.
La Mareta cuenta con más de 30.000 metros cuadrados y no escapa al influjo del gran artista local e internacional de la isla, César Manrique, que la diseñó y la decoró. Esta finca cuenta con acceso directo al mar y está integrada por diez bungalós, de una y dos plantas de altura, el principal de ellos con dos dormitorios, piscina y distintas terrazas.
A esto hay que sumar un gimnasio, otras dos piscinas, una pista de tenis, una cancha de baloncesto y una zona extensa ajardinada de 10.000 metros cuadrados. El edificio se asemeja a la arquitectura tradicional de las islas, de estilo colonial, con paredes blancas y numerosos balcones.
Los que han tenido el privilegio de visitar estas instalaciones relatan los espectaculares atardeceres que se pueden contemplar desde la terraza. El interior está decorado con tonalidades claras y las estancias cuentan con grandes ventanales que iluminan todo el palacete.
Corrupción
Según ha podido saber OKDIARIO, desde el Gobierno ya se ha informado a los efectivos de las islas que el presidente se desplazará a La Mareta alrededor del 13 de agosto.
Sánchez comparte destino vacacional desde hace años con José Luis Rodríguez Zapatero, otro habitual de este paradisiaco destino, donde tiene residencia. La llegada del ex presidente estaba prevista para este pasado fin de semana.
Sánchez disfrutará de sus vacaciones de verano mientras arrecian los casos de corrupción en su entorno personal y político: desde su mujer, Begoña Gómez, -imputada por corrupción en los negocios, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo-; su hermano, David Sánchez, -procesado por prevaricación y tráfico de influencias-; el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, también imputado, o el caso Koldo, que ha llevado a prisión a su mano derecha, Santos Cerdán. En estos días se han sucedido además las informaciones sobre los negocios de los prostíbulos de la familia de Begoña Gómez.
A la vuelta del verano, continuarán las diligencias en los diferentes casos de corrupción que afectan al presidente socialista quien, pese a ello, ha descartado dimitir. En su comparecencia en el Congreso, el pasado 9 de julio, Sánchez afirmó que, aunque pensó en esa posibilidad y en convocar elecciones tras el estallido del caso Cerdán, finalmente lo descartó incidiendo en que es un «político limpio». El socialista ha evitado cualquier autocrítica y responsabilidad por este caso, que sitúa a su mano derecha como líder de una trama de cobro de mordidas a cambio de obra pública de José Luis Ábalos y Koldo García.
Sánchez disfrutará un año más de La Mareta, como es previsible, con su mujer Begoña Gómez, pendiente de la investigación judicial que la mantiene imputada.
La esposa del presidente socialista está investigada por varios asuntos, como las cartas de recomendación que firmó para que el empresario Carlos Barrabés concurriese a dos contratos del Gobierno o la posible apropiación de un software para empresas propiedad de la Complutense. También se investiga la contratación por parte del Ministerio de la Presidencia de su secretaria personal, Cristina Álvarez, que se ocupaba de gestiones relacionadas con sus negocios privados.