Militares y millonarios: así eran los ‘novios’ estafadores de las hermanas asesinadas en Morata
Los tres hermanos presuntamente asesinados en Morata de Tajuña (Madrid), Amelia, Pepe y Ángeles G.A, fueron víctimas de una «estafa nigeriana». Una de las hermanas, Amelia -la menor de ellas- comenzó una relación sentimental con un capitán del ejército de EEUU -una identidad falsa que el estafador utilizó para engañar a la mujer-.
Rápidamente, Amelia, consiguió que su hermana Ángeles también iniciase una relación con otro soldado -conocido de su novio-. Ambos empezaron a pedir dinero a las dos hermanas, que llegaron incuso a vender un piso que tenían en Ciudad Lineal. Las imágenes que acompañan estas líneas muestran a los tres hermanos (parte superior) y a los dos supuestos novios (parte inferior), fotos que las hermanas presumían por el pueblo. Los dos capitanes fueron destinados a Afganistán, donde supuestamente uno de ellos murió.
El fallecido era la pareja sentimental de Amalia, y fue el novio de su hermana quien se encargó de darle la noticia de la muerte, y de la supuesta herencia que el capitán le había dejado a su novia, 7 millones de dólares. Para poder acceder a dicha suma, los hermanos primero debían embolsar una gran cantidad de dinero -400.000 euros en concreto-.
Arruinados, pidieron préstamos
Fue Amalia, la encargada de gestionar la casa y la economía de los hermanos, la que convenció a sus hermanos para entregar dicha cantidad de dinero, que era necesario para pagar papeleos e impuestos y así conseguir liberar la herencia millonaria. De esta manera los tres hermanos acabaron arruinándose.
La única solución que vieron viable para poder continuar con sus vidas, fue pedir préstamos. Fuentes cercanas a OKDIARIO aseguran que a pesar de estar arruinados, los hermanos seguían enviando la mitad de sus pensiones a los estafadores, por lo que la situación se fue agravando. Llegaron a pedir incluso dinero a conocidos del pueblo -desde cantidades mínimas hasta 6.000 euros- a los que prometían devolverles el doble. Además, también intentaron pedir hasta 100.000 euros a prestamistas.
Según aseguran algunos testigos, hace un tiempo ya se vivió una situación inquietante en la casa de los tres ancianos. Uno de los prestamistas -un ciudadano paquistaní que estuvo viviendo con ellos durante meses- agredió a Amelia asestándole un martillazo en la cabeza para exigir su dinero. Pero nada paró las intenciones de los tres, que seguían obsesionados con la herencia de 7 millones de euros.
Algunos vecinos de Morata de Tajuña aseguran a este periódico que «no eran muy conocidos» puesto que «no eran del pueblo». Pero la noticia sí ha sorprendido a los ciudadanos de la localidad madrileña, sobre todo que cayesen en la estafa con esa facilidad, ya que ambas hermanas «tenían estudios».
Quemados en su propia casa
Precisamente fueron los vecinos de Morata los que alertaron a la Policía de la desaparición de los tres hermanos, puesto que llevaban un mes sin verles. Las persianas de su domicilio en la Avenida de los Príncipes de Asturias permanecían bajadas desde hace más tiempo aún. Cuando la Guardia Civil entró en la casa de los tres ancianos se la han encontrado revuelta.
Los cuerpos de los tres hermanos fueron hallados en el interior del hogar, y presentaban evidentes signos de violencia. Además, sus cadáveres habían sido parcialmente quemados en un vano intento de ocultar las pruebas del triple crimen. Ahora, los agentes se encuentran investigando el lugar de los hechos, donde han hallado una pistola de fogueo.
Por el momento, se busca a los prestamistas, a los que los hermanos debían altas cantidades de dinero, para interrogarlos.