ABORTO

Los médicos combaten la ofensiva de Montero contra la objeción de conciencia en el aborto: «Es un derecho»

Irene Montero presupuestos
La ministra de Igualdad, Irene Montero. (Foto: Europa Press)
Paula Baena

El tema de la objeción de conciencia y el aborto ha vuelto a saltar a la palestra esta semana después de que una mujer tuviera que cambiar de hospital en Madrid para terminar con su embarazo porque en el primero que estaba, el Hospital Clínico San Carlos, todos los profesionales del departamento de ginecología eran objetores de conciencia.

Aunque la chica pudo abortar en la Sanidad Pública madrileña en otro centro sanitario y, tal y como ha confirmado la Comunidad de Madrid, se respetaron todos los protocolos de actuación, la izquierda ha utilizado este caso para iniciar una ofensiva en contra de la objeción de conciencia de los médicos.

Tanto es así, que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llegado a afirmar esta semana que pretende «regular la objeción de conciencia de los médicos al aborto» porque la «objeción de conciencia no puede ser un obstáculo».

Una postura que no comparten los profesionales sanitarios que, sin querer entrar en cuestiones políticas, tienen claro que la objeción de conciencia es un derecho fundamental de los médicos que debe respetarse y que existen protocolos perfectamente estipulados para la derivación de pacientes a otros profesionales que no sean objetores de conciencia, no solo para abortos, sino también para prescripción de anticonceptivos o para la eutanasia.

Así lo han explicado a OKDIARIO desde a Secretaría Técnica Nacional de Médicos Jóvenes y MIR de la Confederación Estatal Sindicatos Médicos (CESM), Sheila Justo, que ha aclarado que casos como el de la mujer del Clínico San Carlos son «poco frecuentes» pero que, en todo caso, «no se puede obligar a un profesional a practicar un aborto en contra de su voluntad».

En la misma línea se posiciona el médico de familia Julián Ezquerra quien, a título personal, recuerda que la objeción de conciencia es un derecho reconocido en la Constitución y que los facultativos tienen que tener «plena libertad» para ejercerlo o no, «sin coacciones».

Este médico sugiere que ante una «confluencia de derechos» como, en este caso, son el de abortar con el de objeción de conciencia lo que hay que hacer es buscar vías para que ambos puedan ser respetados.

Por su parte, la médico Cristina Pardo del Hospital Puerta de Hierro califica de «vergüenza» que Montero trate de primar un derecho sobre otro. «Es una incongruencia absoluta que defiendas el derecho al aborto de una persona hasta tal extremo que le quites otro derecho a un médico. Es absurdo e injusto», asevera.

La objeción de conciencia es un derecho fundamental que la Constitución recoge en su artículo 30 y que, además, viene contemplado en la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

«Los profesionales sanitarios directamente implicados en la interrupción voluntaria del embarazo tendrán el derecho de ejercer la objeción de conciencia», señala el artículo 19 del texto, que abunda que «el rechazo o la negativa a realizar la intervención de interrupción del embarazo por razones de conciencia es una decisión siempre individual del personal sanitario directamente implicado en la realización de la interrupción voluntaria del embarazo, que debe manifestarse anticipadamente y por escrito».

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