La cooficialidad del asturiano costará 10 veces más de lo que aseguran los nacionalistas
En los últimos meses, la posibilidad de que el asturiano se establezca como lengua cooficial en el Principado ha cogido más fuerza que nunca gracias al compromiso del nuevo secretario general de los socialistas asturianos, Adrián Barbón. Al margen de la legitimidad o no de esta medida, los detractores denuncian que el coste sería de unos 73 millones anuales, unas 10 veces más elevado que el que sostienen los defensores de la llingua.
Recientemente, David Rivas, figura importante del nacionalismo asturiano y defensor de la oficialidad, avanzó que el coste de implantación del asturiano como lengua oficial junto al castellano sería de aproximadamente 8 millones de euros anuales.
En esa línea, la ‘Plataforma Contra la Cooficialidad del Bable’ ha encargado un informe en el que se sostiene que el coste de establecer el asturiano como lengua cooficial sería de hasta 73 millones de euros anuales, lo que supondría unos 165 euros por hogar.
El estudio señala que el coste medio por habitante por lengua cooficial en España oscila entre los 46 y los 49 euros, pero advierte de que sólo se refiere a la Administración autonómica. Si se tiene en cuenta que Asturias tiene una población de 1,043 millones de personas, el coste para las arcas del Principado se situaría en la franja de 48 y 51,1 millones de euros anuales.
No obstante, el informe explica que la cooficialidad también afecta a los ayuntamientos, por lo que habría que sumar otros 7,4 millones de euros anuales. Además, «el arranque de un programa de cooficialidad tiene unos costes adicionales que se estiman en un incremento del 25% durante los cinco primeros años.
El montante total pasaría así a situarse entre los 69,2 y 73,1 millones de euros, «diez veces más que las afirmadas por los defensores de la oficialidad». Esto es, la cooficialidad del asturiano costaría unos 73 euros al año a cada persona residente en Asturias y unos 165 euros por hogar, según el informe.
«Vamos a tratar que la cooficialidad no se establezca en Asturias frente a los que dicen que será poco a poco y los que no quieren que haya ninguna información sobre la repercusión que tendrá esa medida», aseguró hace unos días la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández. Toda una declaración de intenciones.
El melón de la cooficialidad se abrió en 2017 tras la elección de Adrián Barbón como nuevo secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA). Cuando Barbón aún era alcalde de Laviana, mostró su compromiso de impulsar la cooficialidad si salía elegido, algo que reavivó las expectativas de los defensores de la llingua.
No obstante, Barbón y su nueva cúpula sostienen que la implantación debe ser progresiva y que hay que respetar los tiempos. Para poder implantar la oficialidad es necesario reformar el Estatuto de Autonomía, algo que sólo ha ocurrido en tres ocasiones (1991, 1994 y 1999). Y para ello se necesita el apoyo de tres quintas partes de los parlamentarios que conforman la Junta General del Principado. Además, las Cortes Generales deben aprobarlo posteriormente, pero tan sólo por mayoría simple.
Traducido, significa que 27 parlamentarios asturianos deben defender la iniciativa. A favor de ella, actualmente, se situarían la FSA-PSOE (14 diputados), Podemos (9), Izquierda Unida (5) y Foro Asturias (3). En contra, tan sólo se encontrarían el PP (11) y Ciudadanos (3). Por tanto, la mayoría de tres quintos estaría asegurada a falta de los tiempos que vayan marcando los socialistas.