Marc Costa, director de Agentes Rurales de Cataluña, imputado por desobediencia el 1-O
Un juzgado de Vic (Barcelona) ha citado como investigado al director general de los Agentes Rurales de la Generalitat, Marc Costa, por presunta desobediencia durante el referéndum ilegal de independencia del 1-O en un colegio en Sant Julià de Vilatorta, ha informado el propio Costa en su cuenta de Twitter.
La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela pidió en abril que un juez en Barcelona le investigara en base a un informe policial de la Brigada Provincial de Información de Barcelona que estaba en el sumario de la causa sobre el proceso independentista.
Así lo plasmó la juez en el auto de procesamiento del exjefe de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero por presunto delito de organización criminal y dos delitos de sedición por los hechos relacionados con los disturbios del 20 y 21 de septiembre frente a la Conselleria de Economía en Barcelona y la organización del referéndum del 1 de octubre.
Avui m'han notificat una citació judicial com a investigat per un presumpte delicte de desobediència per la celebració del referèndum del #1O a Sant Julià de #Vilatorta… Obro un (petit) fil 👇
— Marc Costa (@CostaTrachsel) September 10, 2018
Costa ha expresado que, como otros vecinos del municipio, estuvo en su colegio electoral el 1 de octubre «para poder votar y decidir entre todos de una manera democrática y pacífica» su futuro político.
Ha valorado que la investigación es una «clara muestra de regresión» de derechos fundamentales y, a su entender, la persecución de una ideología democrática y pacífica.
Costa ha reclamado constantemente desde sus redes sociales la libertad de los golpistas a los que califica de “presos políticos” y ha defendido la labor ilegal de Carme Forcadell y pedido “seguir trabajando para hacer posible la república catalana”, calificando de “golpe de estado” la intervención legítima del 155, durante cuya vigencia no dejó de actuar de este mismo modo.
El director general de este cuerpo tiene bajo su mando a 500 agentes armados que se han convertido en los verdaderos controladores de todo el entorno rural catalán.