Un liberado sindical de Telemadrid cobró de Podemos 17.000€ por trabajos de la consultora Neurona
Tirso Nohales Escribano, uno de los trabajadores citado como testigo por el juez Juan José Escalonilla en el Juzgado 42 de Madrid para declarar sobre los pagos de Podemos a la consultora Neurona, trabajó para el partido de Pablo Iglesias y percibió 17.000 euros mientras ejercía como liberado sindical en Telemadrid, algo para lo que se necesita una autorización especial. Por un trabajo no remunerado para la Academia de la Televisión, con motivo del debate electoral, fue despedido fulminantemente el histórico realizador de la cadena autonómica Tacho de la Calle, que denunció el atropello y tuvo que ser readmitido el pasado mes de junio por decisión de un juez.
Podemos contó con varios profesionales freelance del sector audiovisual diversas funciones de cara a la campaña electoral de 2019. Esos contratos de personal externo ascienden a cerca de 75.000 euros, según figura en los informes de fiscalización del Tribunal de Cuentas.
Entre los contratados se encuentra Tirso Nohales Escribano, profesional audiovisual contratado por Telemadrid que en esos meses realizó -por un montante próximo a los 17.500 euros- tareas relacionadas con la emisión en directo por Internet de los actos electorales y mítines del partido de Pablo Iglesias.
Se da la circunstancia que en esas mismas fechas, Nohales Escribano actuaba como representante sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Telemadrid. Un puesto que le suponía estar liberado por su actividad sindical de prestar su trabajo en su puesto habitual, pero que no le impedía seguir cobrando su salario de la televisión.
La aparición de su nombre entre los contratos de personal externo y freelance con los que Podemos articuló su campaña electoral ha levantado polvareda en la televisión pública madrileña, ya que estos trabajos podrían haberse realizado de manera irregular. Para poder ejercer esa actividad para un tercero -como Podemos-, el trabajador que actúa como liberado sindical debe tener concedida -o al menos, solicitada- una declaración de compatibilidad para el ejercicio de una segunda actividad profesional de forma autónoma o a través de la contratación de terceras empresas del sector audiovisual. En su caso, entre la plantilla de Telemadrid no hay constancia de que disponga de ese permiso.
Se trata de un requisito indispensable para poder trabajar en otra actividad mientras se actúa como liberado sindical, ya que ese puesto, por definición, implica una dedicación plena y exclusiva a asuntos relacionados con los trabajadores de la empresa que paga su salario.
Declaración clave en Neurona
El pasado 21 de diciembre, Tirso Nohales acudió como testigo para declarar ante el juez Juan José Escalonilla en el Juzgado 42 de Madrid, donde se investiga a Podemos por sus conexiones y pagos con la consultora Neurona y un posible delito de malversación de fondos. Nohales aseguró que no vio «a nadie de Neurona trabajando» durante el periodo en el que él trabajó para el partido.
El abogado personado en la causa, Aitor Guisasola, le preguntó de manera directa al testigo si había trabajado junto a personal de la consultora chavista Neurona. El interrogado respondió que «no había nadie que él supiera» perteneciente a la empresa mejicana.
El magistrado quiso contar con su testimonio al ser una de las personas que figura en los papeles aportados por Podemos. En dichos documentos, Nohales aparece como uno de los cámaras que grababa para el partido los actos de la campaña electoral de 2019. La solicitud ha partido de la asociación de juristas Protege que también está personada como acusación y que solicitó su testimonio por ser el del cámara «el mismo trabajo abonado en los supuestos servicios contratados por Neurona Consulting».
El testimonio cobra valor al estar en duda si Podemos pagó a Neurona por servicios que ya se estaban realizando por parte de trabajadores del partido, tal y como señaló el abogado purgado José Manuel Calvente.
La declaración de Nohales pone en el punto de mira dichos trabajos puesto que el cámara fue el encargado de grabar los actos de la mitad de la campaña electoral en la que tendría presumiblemente que haber coincidido con alguno de los trabajadores de Neurona que realizaban también tareas audiovisuales.
Otro caso terminó en despido
En la cadena autonómica estos hechos recuerdan al caso del histórico realizador Tacho de la Calle, que fue despedido en 2019 después de que realizara labores audiovisuales -sin cobrar ningún tipo de honorario- para el debate de candidatos electorales para las generales de noviembre de ese año, emitido y producido por la Academia de la Televisión.
Telemadrid, con José Pablo López como director general, despidió fulminantemente a Tacho tras conocer que había participado en esta emisión, alegando que el trabajador se encontraba de baja médica. Posteriormente, el pasado mes de junio, un juez declaró nulo el despido y obligó a Telemadrid a readmitir al realizador, leyenda viva de la televisión en España.