La letalidad del Covid se ceba con los mayores: 67.837 pensiones de jubilación y viudedad extinguidas
El dato es tétrico. En el periodo que va de febrero a noviembre de 2020 se dieron de baja 67.837 pensiones de jubilación y viudedad, más que presumiblemente por los estragos causados por el Covid en la población de mayores de todo el país ya que la causa para dar de baja este tipo de prestaciones es, básicamente, una: el fallecimiento.
La cifra todavía podría ser mayor ya que no está contabilizado el mes de diciembre. Y al ritmo de los últimos datos, eso supondría sumar unas 2.000 muertes a ese cómputo macabro y que dejaría la cifra en 70.000 pensionistas fallecidos. Esta cifra corresponde con el exceso de bajas detectado con respecto a 2019.
Profundizando más en los datos, la estadística muestra otro hecho dantesco ante esta cifra de bajas: 44.549 muertes corresponden a pensionistas en concepto de jubilación y 23.288 son pensiones por viudedad.
Los números son los que son, por mucho que Pedro Sánchez, Salvador Illa y Fernando Simón se empeñen en ocultarlos o manipularlos. Las cifras, además, encajan con las aportadas ya por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos de este organismo hasta ese mes de noviembre mostraban igualmente un exceso de mortalidad con respecto al año 2019 de 67.102 mayores de 65 años.
Con lo que la discusión es complicada. Efectivamente ese exceso se confirma por distintas fuentes y revela una auténtica devastación entre los mayores.
Todas las fuentes citadas, además, se centran en una misma fórmula de cálculo difícilmente alterable ni manipulable: calculan las bajas -o muertes- en un periodo del año y las comparan con el mismo período de tiempo del año previo. Puesto que la única causa de mortalidad extraordinaria en 2020 ha sido el coronavirus, ese es el factor que cuenta con todas las probabilidades de ser la causa de ese exceso de muertes. Lo que revela otra gran mentira de Fernando Simón, que dijo que el exceso de fallecidos se podía deber a «infartos o accidentes de tráfico…».
Las trampas de Sánchez e Iglesias
OKDIARIO ha ido informando de cómo el INE y otros datos como el de bajas en el dato de pensiones demuestran la trampa de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. De hecho, fue este diario el que a cierre de 2020 aportó el dato de 82.058 muertos por coronavirus, según las datos del INE tomados hasta la última actualización de aquel momento y complementados hasta el 30 de diciembre con las muertes ya reconocidas por el Gobierno. Y el INE ha confirmado esa cifra letal de más de 80.000 muertes al acabar el año.
Una cifra que define sin necesidad de más palabras el estreno del Gobierno socialcomunista. Porque el dato, ponderado por la población, convierte a España en el país con mayor tasa de mortalidad de todo el planeta.
España, con esos datos, se situó, de hecho en 1.739 muertes por millón, tomando los datos reales y no la manipulación del Gobierno. Y eso significa que se mantiene tras esta segunda ola como el país con mayor tasa de mortalidad de todo el planeta.
El resumen de los datos de muertes por millón en todos los países da una idea del desastre originado en España con las cifras calculadas a aquella fecha. El segundo país en mortalidad era a cierre de 2020 San Marino, con un dato armonizado de 1.709 fallecidos por millón de habitantes. La tercera posición la ocupaba Bélgica, cuya tasa de mortalidad alcanzaba los 1.670 fallecidos por millón. En cuarto lugar figuraba Eslovenia, con 1.265. Justo después aparecía Bosnia Herzegovina, con 1.226. Y acto seguido figuraba Italia, con 1.207 muertes por coronavirus. Todo el resto del planeta figuraba en esta lista. Y todos por debajo de España, líder en tasa de mortalidad.
De hecho, países que han sido criticados internacionalmente por su mala gestión -también por parte del Gobierno de España, que encabeza el ranking-, como Reino Unido o Estados Unidos, podían alardear ante España. Así, Reino Unido mostraba un dato al cierre de 2020 de 1.055, pese a contar con la famosa segunda cepa; y Estados Unidos, de 1.022.
Porque todos los países relevantes y no relevantes, industrializados en mayor o menor medida, figuran con un balance neto mejor que España en esta clasificación, tanto los gobernados por unas ideologías, como por otras. Argentina mostraba un dato de 951 muertes por millón, Francia de 983, Brasil de 906, Chile de 862, Ecuador de 793, Panamá de 911, México de 960, Holanda de 659, Portugal de 661, Austria de 672, Canadá de 407, Israel de 341, Grecia de 453, Túnez de 386, Rusia de 377, o, sólo por poner un ejemplo más, Alemania de 385 muertos por millón.
Traducido: todos los países de derechas o de izquierdas, más serios o más populistas, liberales o socialistas, se llamen como se llamen, han conseguido mejorar el resultado logrado por Sánchez e Iglesias en la gestión humanitaria del coronavirus.
Baste con mostrar que la media de la Unión Europea en tasa de mortalidad se situaba en 704 casos por millón de habitantes, menos de la mitad que España. Y España casi multiplicaba por cinco la tasa de mortalidad de Alemania.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, así, han conseguido una de las más tétricas marcas al cierre de su primer año de Gobierno: la de haber gestionado la crisis del coronavirus con todo un récord, el de haber registrado más de 82.000 muertos por esta enfermedad.