Portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria

Jorge Fernández Vaquero: «La reforma del CGPJ que propone el Gobierno mina la independencia judicial»

Ver vídeo

Jorge Fernández Vaquero (Avilés, Asturias, 1975) es magistrado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Chiclana de la Frontera (Cádiz), con competencia en materia de Violencia sobre la Mujer, y portavoz nacional de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria. Fernández Vaquero analiza con OKDIARIO en una entrevista lo que desde su asociación opinan sobre el cambio de la Ley Orgánica del Poder Judicial para la elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el que pasaría de necesitar una mayoría tres quintos a tan sólo una mayoría absoluta, lo que dejaría fuera al Partido Popular.

Pregunta.- ¿Me podría hacer una valoración sobre el cambio de la Ley Orgánica del Poder Judicial que han anunciado PSOE y Podemos?

Respuesta.- Nosotros hemos hecho en Francisco de Vitoria una valoración muy negativa, la he calificado de despropósito. Uno de los problemas que tenemos con el sistema actual de los doce vocales judiciales del CGPJ es la politización, es decir, al ser el congreso y el senado los que los designan pues inevitablemente se politiza el nombramiento como tristemente estamos comprobando ahora y desde hace muchos años, pero sobre todo ahora. Con la reforma todavía se acentúa más el peso político del nombramiento y se vincula directamente al Gobierno con el nombramiento del CGPJ. Al final lo que pasa es que a ojos de los ciudadanos el Gobierno pone a quien quiere en el consejo y eso es catastrófico.

P.-¿Está tratando el Gobierno de hacer un CGPJ ad hoc para ellos?

R.- Los datos son que han introducido un proyecto de reforma que, en la práctica, les permitiría poder nombrar a 12 vocales judiciales a su elección. A elección del Gobierno con los apoyos parlamentarios necesarios para llegar a la mayoría absoluta. Esa es una realidad.

P.- ¿Cuáles cree que son los motivos para lo que pedía tres quintos dejarlo en mayoría absoluta?

R.- Lo que pretende es que si no vas a entrar al trapo de la negociación voy a hacer esta reforma para que sepas que voy a poner yo a quien quiera si tú no negocias. Todo hay que enmarcarlo en juegos políticos de corto plazo. Entonces, el PSOE y Podemos ahora se ven en esa situación, les interesa, tienen prisa porque se renueve el CGPJ, que hay que renovarlo, y como no ven manera de hacer entrar al PP en la negociación que se está moviendo por motivos políticos, pues ellos también por motivos políticos introducen esta reforma. En definitiva, están mirando para ellos y se están cargando el funcionamiento regular de las instituciones.

Instituciones europeas

P.- Europa no está demasiado de acuerdo. Fuentes del CGPJ decían que no es normal que no hayamos apoyado a Polonia y ahora pretendamos hacer lo mismo. ¿Cuál es su opinión?

R.- Que las instituciones europeas estén preocupadas es normal. Es que estamos preocupados en España. Es que las asociaciones judiciales, por lo menos tres, nos hemos manifestado en este sentido. En el ámbito jurídico es un clamor. Si en España estamos preocupados, es normal que las instituciones europeas miren con recelo y preocupación lo que está sucediendo. Uno de esos factores tiene que ver con el nombramiento del Consejo del Poder Judicial polaco, que es muy parecido al que tenemos nosotros ahora y ese punto nos acerca a Polonia. La reforma que pretende el Gobierno todavía nos acerca más en ese punto a Polonia. Es preocupante y es normal y esperable la reacción de las instituciones europeas.  No estamos en el punto de Polonia, pero con esta reforma no nos alejamos, sino que nos acercamos.

P.- Ese es el tema ¿Está retrocediendo España en calidad democrática, al menos judicialmente hablando?

R.- Judicialmente lo que sí está sucediendo es que no se está entendiendo adecuadamente en el juego de las instituciones democráticas, e incluyo partidos políticos, no se está entendiendo adecuadamente lo que significa la independencia judicial y cuáles son las responsabilidades de cada cual para protegerla. Me explico: cuando desde miembros del Gobierno, el vicepresidente Iglesias que lo ha hecho, se lanzan ataques relacionados con una decisión judicial y, en lugar de criticar esa decisión judicial, lo que se hace es sembrar una sospecha generalizada sobre los jueces, o vincularlos con los corruptos, eso en realidad ataca la independencia judicial. Eso es una semilla de desconfianza que se lanza desde el Gobierno hacia el sistema judicial. Y eso acaba perjudicando la independencia judicial. Reformas como estas minan la independencia judicial o la deterioran. En ese sentido se está produciendo una degradación, sí.

P.- Ha nombrado a Pablo Iglesias. ¿Qué ocurre que cuando un juez dicta una resolución que nos gusta es muy buen juez, pero cuando dicta una contraria ya está politizado?

R.- Eso define un comportamiento que no comprende adecuadamente cuál es la responsabilidad de un cargo público a la hora de defender la independencia judicial. No estaba hablando concretamente de García-Castellón, pero sirve de ejemplo también. Yo estaba pensando cuando la condena a la diputada de Madrid Isabel Serra, y en algún otro caso. Han sido resoluciones judiciales… pero que además es por cortoplacismo, por desviar la atención. No les interesa que se hable de esa condena, y entonces desvían la atención a costa de sacrificar cotas de independencia judicial.

P.- ¿Pero alguien que está en el Gobierno se puede permitir el lujo de poner en tela de juicio la independencia judicial?

R.- No debería, no debería porque deteriora.

El fiscal Navajas

P.- No sé si ha visto que el teniente fiscal del Supremo Luis Navajas, un mes después de la entrevista en OKDIARIO donde habló en un tono bastante duro del fiscal del caso Tándem, Ignacio Stampa, ha salido pidiéndole perdón justo el día que se ha hecho pública su petición de plaza en Anticorrupción. ¿Este tipo de situaciones ponen en tela de juicio la independencia judicial?

R.- Es que ya nada puede empeorar la situación de la Fiscalía General del Estado desde el nombramiento de Dolores Delgado. Si es que, aunque lo haga perfecto siempre va a estar la duda de si lo hace por su vinculación con el Gobierno, y eso no se lo podrá quitar de encima nunca. Por eso en su momento dijimos que era un error, que perjudicaba la imagen de imparcialidad del Ministerio Fiscal, que acaba afectando indirectamente a la independencia judicial, a la imagen de independencia judicial. En definitiva, ya lo que pase en la Fiscalía difícilmente puede mejorar la situación.

P.- ¿Cree que nunca la imagen de la Justicia había estado tan en tela de juicio como está ahora?

R.- No me atrevería a decir tanto. Ahora lo que pasa es que se está poniendo en tensión los mecanismos mismos del Estado. Los mecanismos institucionales están en tensión y quizás antes no sucedía. Pero los políticos siempre han jugado, quizás no de manera tan descarada, pero siempre han jugado con el juez enemigo, el juez del otro, que tiene vínculos con el otro. Y luego hay actitudes del Gobierno que antes no se producían y eso contribuye a agravar el nivel de tensión.

Magistrados con etiqueta

P.- Por último, ¿Cuál sería la receta del doctor para acabar con todo esto?

R.- La receta del doctor en el ámbito judicial nosotros la tenemos clara. Si los doce vocales judiciales no los eligieran ni el Congreso ni el Senado, y los eligieran los jueces por votación como nos están recomendando desde instituciones europeas, el CGPJ se habría renovado en diciembre de 2018. No habría ni vocales del PP, ni vocales del PSOE porque no habrían tenido nada que ver. No habría vocales del PP ni del PSOE y, por tanto, cuando se nombran magistrados para presidencias de sala, del TSJ o del Supremo tampoco habría ni magistrados progresistas ni conservadores.

P.- Por esa misma regla de tres, si ponemos esa receta para los magistrados, ¿qué hacemos con la Fiscalía que la elige el Gobierno?

R.- Lo que pasa que es verdad que el fiscal genera del Estado sí suele tener una vinculación más intensa con el Gobierno porque, al final, el fiscal es el instrumento que en el ámbito de la jurisdicción penal… la política criminal del Gobierno quien la materializa es el Ministerio Fiscal, entonces tiene que haber una cierta vinculación. Pero el problema del Ministerio Fiscal, el más complicado, exige revisar el estatuto y mejorar las garantías de imparcialidad del fiscal que está llevando el caso. Es más complicado lo de la Fiscalía.

P.- ¿Qué sintió como juez cuando escuchó a Pedro Sánchez decir en una entrevista que el fiscal general depende del Gobierno?

R.- Pues lo mismo que siento cuando veo que quieren ahora esta reforma para poner por mayoría absoluta a los 12 vocales en el consejo. Lo que siento es que yo, como juez, tengo un trabajo muy importante. Ese tipo de actuaciones que lo que hacen es deteriorar la percepción que los ciudadanos tienen de mi trabajo, lo que siento es bastante frustración, enfado y, sobre todo, ganas de intentar cambiar las cosas. Por eso estoy aquí.

Lo último en España

Últimas noticias