Roures contrata en Mediapro a Cardenal, el viceministro que le dio el negocio multimillonario del fútbol en TV
Mediapro se declaró culpable del FIFAgate por el que pagó 20 millones de euros de multa
El grupo televisivo Mediapro ha anunciado el fichaje de Miguel Cardenal, el ex presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD)/ ex secretario de Estado de Deportes del primer Gobierno de Mariano Rajoy, como si se tratara del contrato de un crack del mundo del fútbol.
Y Jaume Roures no se equivoca a la hora de presentar como una contratación de postín a Cardenal, el hijo de quien fuera fiscal del Estado con José María Aznar, porque el ex responsable del CSD fue el artífice de que el empresario trotskista pegara el gran pelotazo de su vida con los derechos televisivos del fútbol español.
Roures y Cardenal han esperado los dos años que exigen el régimen de incompatibilidades a los cargos públicos para anunciar el fichaje. Ese plazo acaba el próximo mes de noviembre. Aún así, fuentes consultadas por OKDIARIO denuncian la operación de contratación de Cardenal por el magnate de los medios de comunicación porque «extiende un velo de dudas con respecto a las relaciones entre Roures y Cardenal» cuando éste era secretario de Estado de Deportes y propició los cambios en las normas sobre el fútbol, que benefició al millonario trotskista.
Cardenal, que estuvo al frente de máximo organismo del deporte, y por tanto también del fútbol español, entre enero de 2012 y 17 de noviembre de 2016, llevó al Consejo de Ministros el decreto que regulaba la comercialización de televisión en el fútbol. El Gobierno de Rajoy aprobó el Real Decreto Ley 5/2015, de 30 de abril, que beneficiaba de manera muy ventajosa al magnate catalán de los medios de comunicación.
En el sector audiovisual español se preguntan: ¿Por qué Roures ficha ahora a Cardenal que jamás ha trabajado en los medios audiovisuales? ¿Acaso tiene algún favor que devolver?
Dos años después de la salida de Cardenal del Gobierno de Rajoy y tres de la aprobación de la ley, Ciudadano R., como se conoce en el sector al empresario catalán, ha incorporado en su equipo y en su plataforma audiovisual como responsable de la división internacional a la persona que facilitó un gran negocio a Mediapro.
Sorpresa en el sector
En fuentes del sector sorprende tal decisión porque el ex secretario de Estado carece de experiencia en el ámbito televisivo como recalca un ex colaborador de Mediapro: «Cardenal es un buen jurista, profesor y experto en derecho laboral pero carece de los conocimientos para liderar su nueva actividad. La contratación huele a la devolución de un favor».
La norma legal propiciada por Cardenal permitió un cambio en el mercado televisivo del fútbol en España que generaba un incremento notable de ingresos entre los clubes profesionales pero que también supuso el trampolín para que Roures diera el gran zarpazo de su vida.
La nueva normativa permitía a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), presidida por Javier Tebas, vender de manera conjunta los derechos televisivos para todos los clubes. Aquello supuso un enfrentamiento entre Cardenal y el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, quien también mantenía un enfrentamiento personal con Tebas.
Al final, los tres dirigentes que se alinearon a favor de los derechos del fútbol -Roures, Tebas y Cardenal- tres años después, vuelven a compartir la misma sombra.
Según Mediapro, el fichaje de Cardenal está destinado a potenciar su expansión internacional. Las mismas fuentes señalan que el holding audiovisual del trotskista Roures estaba necesitado de un intermediario del perfil de Cardenal para recomponer su división en el extranjero que quedó dañada por el caso de la corrupción de la FIFA, investigado por el FBI y un Juzgado de Nueva York.
La empresa de Roures se vio obligada a pagar una millonaria multa por corromper y pagar comisiones a altos cargos del organismo que rige el fútbol internacional a cambio de los derechos televisivos de los Mundiales de fútbol. La misma investigación continúa en un Juzgado de la ciudad suiza de Zurich.
Cardenal, además de los cambios en la normativa del reparto televisivo, fue el mediador en el conflicto de derechos entre Mediapro y Prisa, en lo que se conoció como «la guerra de las televisiones». En algunos momentos de las negociaciones fue criticado por las decisiones que, según Prisa, beneficiaban a la empresa de Roures.