La propuesta de Iceta de indultar a los golpistas tensiona el ‘núcleo duro’ de Sánchez
La propuesta de Miquel Iceta de indultar a los golpistas encarcelados en el caso de que exista sentencia firme sorprendió en Ferraz, pero no por eso deja de recabar apoyos. En la dirección socialista, y en el núcleo duro del secretario general, las posturas se dividen, sobre todo, por una cuestión de oportunismo político.
Para unos, la promesa compromete las aspiraciones del partido de cara a unas elecciones generales, en las que el propio Sánchez podría salir elegido presidente del Gobierno. No hay que olvidar que la concesión de indultos es una medida que otorga el Rey, previa deliberación del Consejo de Ministros y a propuesta del ministro de Justicia y, en consecuencia, sería Sánchez el que, llegado el caso, tendría que afrontar el compromiso electoral de su ahora candidato en Cataluña. El rechazo social podría ser, en ese caso, un peaje demasiado alto para el partido.
Quienes sí lo defienden consideran que la prisión no favorece la normalización de la situación política en Cataluña. Así lo cree la diputada y secretaria general adjunta del PSOE en el Congreso, Meritxell Batet, persona de confianza de Sánchez, que, en un desayuno informativo organizado por el Club Internacional de Prensa, consideró este jueves que la voluntad del partido es que exista la «máxima normalidad política» en Cataluña y eso implica que para resolver el problema político de fondo «no es bueno» que «haya políticos en la cárcel».
Batet es una de las pocas voces que, en público, se han manifestado partidarias de la propuesta. Con ella coincide Nuria Marín, secretaria de Cohesión Social e Integración de la Ejecutiva del PSOE, quien aseguró también que le parece una propuesta «muy sensata» y una vía para «solucionar políticamente el problema que existe en Cataluña».
Marín remarcó que Iceta es el candidato y por tanto a él le corresponde «hacer las propuestas porque es a él quien los ciudadanos de la comunidad le van a pedir cuentas de lo que está diciendo y de lo que haga cuando sea presidente de la Generalitat», pese a que la concesión de indultos sea competencia del gobierno estatal.
Al margen de las diferencias, Iceta se ha reafirmado este jueves en la propuesta, aunque eso suponga «pagar el precio» de perder votos. El candidato del PSC lo argumenta en la necesidad de «cerrar heridas», la tesis que encuentra apoyos en el núcleo duro del líder socialista.
«Me critican por lo del indulto pero hemos de pensar en cómo coseremos las heridas, y no me importa pagar un precio por atreverme a pensar en el escenario de la reconciliación», defendió el candidato.
Enfriar el debate
Entre tanto, la dirección trata de enfriar el debate. El partido ha reaccionado con un perfil bajo, asegurando el «respeto» a la medida, pero poco más allá. La portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, consideró incluso que «es una propuesta en campaña electoral en Cataluña y no hay que verla de otra manera».
La misma opinión que le merece a Adriana Lastra, número dos del PSOE, que la enmarcó en «la opinión de Miquel Iceta, líder del PSC, en todo caso en el marco de una campaña electoral».
El rechazo sí es frontal desde el resto de partidos constitucionalistas. El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Rafael Hernando, valoró este jueves como «lamentable» que el PSOE no aclare si apoya la propuesta, que tachó de «despropósito». En su opinión, la medida «choca» con lo que a su juicio tiene que ser «la normalidad del funcionamiento de un Estado de Derecho» en el que son los tribunales quienes «deciden».
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, arremetió contra Iceta con un ‘tuit’ en el que decía lo siguiente: «si quieren prohibir los indultos a políticos por malversación o prevaricación, vote Cs. Si quieren indultos a políticos, vote PSC-PSOE». Rivera recordó que los miembros del Gobierno de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras están investigados por delitos como rebelión, sedición, prevaricación, malversación y desobediencia