Estado de alarma en Madrid

A Illa se le agotó la paciencia con Madrid pero Navarra lleva una semana con mayor riesgo de contagio

Navarra
Gráfico de la incidencia acumulada en Madrid respecto a Navarra en los últimos diez días, según datos del Ministerio de Sanidad.
Pelayo Barro

Madrid sí, Navarra no. La paciencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, «tiene un límite». Pero el límite cambia según cuál sea la comunidad y el prisma con el que analice sus datos. El Gobierno de Pedro Sánchez impone el estado de alarma en Madrid por la «preocupante situación» de la pandemia, pero ignora que Navarra lleva una semana con mayor riesgo de contagio que la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso. Los navarros podrán moverse libremente por España este puente del 12 de octubre a pesar de que la incidencia acumulada en Navarra, gobernada por la socialista María Chivite, era este viernes de 675 casos por cada 100.000 habitantes. La de Madrid, 540, más de 100 puntos menos.

Son los datos propios y oficiales de Sanidad, ajenos a cualquier debate o guerra de cifras: un madrileño, a día de hoy, tiene menos riesgo de contraer -y por tanto contagiar- el coronavirus que un navarro. Sin embargo, mientras a los primeros se les ha aplicado un estado de alarma con su consiguiente confinamiento, a los segundos se les permite el libre movimiento por todo el territorio nacional.

Al ministro Illa, y por extensión a todo el Gobierno de Pedro Sánchez, no parece preocuparle que los navarros puedan moverse hacia otros puntos turísticos de España durante este puente del 12 de octubre. Eso, parafraseado a Illa, no colma la paciencia del ministro ni la del presidente.

Desde el pasado 2 de octubre, las cifras de incidencia acumulada a 14 días -el indicador principal que sigue Sanidad- que muestra Navarra son superiores a las de Madrid. Una semana en la que la tendencia ha sido ascendente en la Comunidad Foral, gobernada por el PSOE de Chivite, y descendente en Madrid.

Tan sólo uno una excepción: los datos del pasado martes 6 de octubre, en plena ‘guerra de datos’ entre Madrid y Sanidad, dispararon la incidencia de vuelta a los 710 casos por cada 100.000 habitantes. Ese día se sumaron a las estadísticas de Sanidad 18.000 casos respecto a lo comunicado por Madrid. Desde la Consejería madrileña advirtieron que no tenían «ni idea» de dónde venían esos datos, no tenían explicación. Al día siguiente Sanidad corregía el dato y devolvía a Madrid a su situación real.

Sin embargo, el relato del Gobierno central se ha basado en describir una situación de caos y alarmismo respecto a la Comunidad, pero sin mencionar en toda la semana ni a Navarra ni a otras regiones, como Cataluña o Aragón, donde el virus está en fase de expansión. En Cataluña, por ejemplo, los casos se han disparado un 34% en sólo una semana. En Madrid, en ese periodo, han bajado un 19%.

La «paciencia» de Illa

Al Gobierno se le ha «acabado la paciencia» con la Comunidad de Madrid. Así calificó el ministro Illa la situación que ha llevado al Gobierno a imponer este viernes el estado de alarma a la Comunidad con oposición frontal del Gobierno regional.

El socialista aseguró durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario, convocado con nocturnidad el jueves, que «la paciencia tiene un límite». Según Illa, el presidente Sánchez ha dejado a Isabel Díaz Ayuso el tiempo que le había pedido para adoptar nuevas medidas y, una vez finalizado ese, al Gobierno «no le ha quedado otra opción» que recurrir a esta herramienta constitucional del estado de alarma sobre Madrid. Todo pese a que Ayuso ha intentado negociar hasta el último minuto un ‘Plan B’ con medidas más drásticas para evitar el cierre de Madrid. Sánchez, en conversación telefónica, se ha limitado a comunicarle el estado de alarma que Moncloa ya había filtrado minutos antes de la charla entre ambos.

El ‘apocalípsis’ madrileño según Illa

Salvador Illa, que compareció junto a Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que «proteger la salud de los madrileños y que hay transmisión comunitaria en Madrid es indiscutible». Una afirmación que no se corresponde con lo que su propio Ministerio, y el CCAES de Fernando Simón, le vienen trasladado a la Unión Europea. La versión es distinta en Madrid y Bruselas.

Según Illa, «en los hospitales la situación es difícil para los pacientes y para los sanitarios» . El ministro advirtió que «no hay más ciego que el que no quiere ver», en un tono muy distinto al utilizado hasta ahora, cargando toda la responsabilidad de la decisión adoptada hoy por el gabinete de Pedro Sánchez en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a la que acusó de decidir «no hacer nada». Avisó, además, de la necesidad de «evitar que se contagien personas de otras comunidades se ponga en riesgo su vida».

El responsable de Sanidad recordó que «serán las mismas medidas que estaban vigentes ayer, pero con mayor seguridad jurídica». Cuando finalicen los quince días del Estado de Alarma, sumados a los siete de la semana pasada, se cumplirán tres semanas de restricciones en la Comunidad de Madrid que, espera Illa, sean «suficientes» para frenar la expansión del virus.

De lo contrario, el Ejecutivo deberá pedir una nueva prórroga al Congreso de los Diputados como ya ocurrió durante los meses de abril y mayo, durante el primer estado de alarma.

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